miércoles, 30 de diciembre de 2009

Relación entre Nietzsche y la filología

En estas navidades leo una biografía del pensamiento de Nietzsche publicada por Rudiger Safränski. Todavía acabo de empezarla pero ya hay un par de pinceladas que me gustan. En la página 44 revela algo que en cierta medida nos ocurre a algunos estudiantes, aunque siempre sea una osadía compararse con un genio:

"El examen de sí mismo le permite reconocer que lo determinanate para su proceso de formación no ha sido la coacción exterior, ni las perspectivas de carrera y la seguridad profesional, y ni siquiera la pasión por la filología, sino que, por el contrario, ha escogido la filología como medio de disciplinarse frente a la seducción del horizonte enorme de conocimiento y de las pasiones científicas."

Hoy en día, con toda la vorágine de especializaciones que nos persigue no parece descabellado, sino muy lógico y comprensible, escoger con libertad una disciplina amplia que nos ayude a formarnos como humanos. Nietzsche, entre otros, ha superado ese sentimiento que invade a muchos de que mediante el universalismo no se llega al fondo de las cuestiones, que tantas veces, sobre todo hoy en día, pone a los estudiantes y jóvenes en general, en el mejor de los casos, en los brazos de la ciencia estricta.

El otro tema que me complacía resulta ser que durante su adolescencia, como yo, Nietzsche se negó ostentosamente a participar en la celebración eucarística. Esto, evidentemente provocó un enfrentamiento con su madre. Yo, a veces, aun recuerdo risueño aquella bronca con mi padre por negarme a recitar aquel padre nuestro.

Romanticos


El otro día estaba leyendo sobre el Romanticismo, me puse a pensar y me di cuenta de que es uno de esos movimientos que suelen fascinarte con 15 años pero que más tarde, cuando te apasionas y lees con detalle algo más que sus críticas hacia ideas o estilos anteriores, es cuando descubres la escasa base que tienen sus pretensiones de ser trágicos y reparas en que únicamente pueden resultar cómicos: para mí un ejemplo similar podría ser el nacionalismo. Cualquier tipo, claro. Esto no es ningún descubrimiento: nacionalismo y romanticismo suelen ir de la mano. Vienen a corroborar mis palabras la sensibilidad, el idealismo más extremo, y el asentamiento de naciones como Alemania, Italia, o Grecia: recordemos la lucha contra los turcos, en la que Byron participa etc.

Su muerte suele ser especial:
  • Tuberculosis, Keats Schiller,
  • Edad temprana Keats a los 26 y Byron menos de 30, Espronceda y Shelley.
  • Suicidio: Larra, Nerval, Cleys.
  • En duelo Rushkin.
  • Locura : Hölderlin.
  • Exilio Stendhal.
  • Drogas y alcohol Hoffmann y Coleridge.

Su voluntad es romper con el sistema racional, con los conceptos básicos del neoclasicismo: con la razón natural. Aportan el mundo onírico y profético. Su arquetipo de hombre podría ser Fausto. Rompen con el absolutismo del mundo neoclásico, con el criterio de la razón, con las reglas literarias donde habrá gran predominio de lo popular y donde predominarán los valores nacionales sobre los universales. Se produce así el nacimiento de las naciones, al menos occidentales. Todo ello repercute en la búsqueda de la expresión literaria para expresar nuevas tendencias, el vocabulario popular se une a las obras. Se reivindica el cristianismo, le génie du christianisme de Chateaubriand, es decir, se vuelve la mirada a la Edad Media: Ivanhoe 1820. La Cultura Griega es sustituida por Shakespeare, Calderón y Dante. La Literatura es libre, sin reglas de unidad, sin decoro: el artista hace lo que quiere: el estudiante de Salamanca de Espronceda. No quieren un modelo universal de arte. En cada país hay un pensamiento distinto, incluso varios en cada país: positivismo de Comte frente al Darwinismo. Como sabemos existe una exaltación de la subjetividad: Werther de Goethe, un desmedido culto al Yo. Nace un gusto por lo misterioso, valor especial de lo no experimentado: Frankestein de Mary shelley y Notre dame de Paris, con el gran misterio Medieval de Quasimodo. En este sentido también podemos añadir que gustan de la Temática Exótica: el orientalismo se combina con lo popular. No podríamos olvidarnos del desmedido peso del sueño en la experiencia humana y de su interés por el mundo onírico: La vida es sueño de Calderón de la Barca. ¿Demasiado corazón? Irracionales...

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Deseo

La ocasión brinda por el deseo

las miradas son más y más tiernas,

picante se torna la agudeza.

Tiemblas de valentía;

te planteas la pregunta

y te das respuesta

a ti misma.

Los halagos y requiebros

se vuelven ardientes;

no aceptamos sentido y fin

como previamente dados.

¿Por qué tanta piedad

y tan poco entusiasmo por la vida?

Todo se convierte

en un teatro contemplable.

Cae el telón

y nos encontramos jugando

con dos mundos,

¡Qué niños!

Pero todo brota de

una acción inconsciente.

Cautivos como sonámbulos

no dejaremos de preguntarnos

si al despertar todavía tendremos

sueño, un sueño.

Con lo fácil que hubiera sido, entonces,

echarnos a dormir en una cama

procurando amanecer

en mitad de ese sueño.

Debo seguir soñando

para no hundirme,

como el sonámbulo debe

seguir soñando

para no precipitarse

al

vacío.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Orson y Rita


La dama de Shanghai, 1948



El personaje de Michael O´Hara (encarnado por un grande como Orson Welles) es uno de mis favoritos.

Dicen que este genio revolucionario del cine era un mentiroso. Recordemos que él se había hecho de una mentira capital: la invasión extraterrestre que narró por la radio. Había llegado a Hollywood como un niño prodigio, y Hollywood, en cambio, nunca lo entendió. Lo primero que rodó fue en Brasil: casi 120.000 metros de película. Será con El extraño con quien consiga cierto status. A esta película llega Welles tras su extraño exito y Rita recién convertida en la reina de Columbia por haber rodado Gilda. Se barajaron varios títulos para esta película: el original de William Castle If I die before I wake, el posterior Black Irish, Take this woman o The girl from Shanghai. Es sorprendente que los protagonistas estuviesen en plena separación matrimonial cuando realizan la película. Quizás Rita buscaba recuperar su amor. Ya dentro del argumento, Welles salva en el Central Park a Rosaline de una violación (que la censura se encargará de convertir en un pío atraco). Ella como recompensa, y porque el chico le gustó (también el personaje de Rita busca el amor dentro de la película), le ofrecerá un empleo como marinero en el barco de su marido,

un acaudalado y célebre abogado criminalística: Arthur Bannister (el actor se llama Everett Sloane: es bajito, pero vaya mirada). Con todo, la filmación de Lady from Shanghai no reconcilió a la pareja: les llevó al divorcio. Todos, al ver la película supongo que pensamos que el final, soberbio, por cierto, en el que Elsa es abandonada por Michael mientras se desangra en el suelo, era un desquite del director por aquellos años de matrimonio.

Welles dice de si mismo: “empecé en la cumbre y desde la cumbre y desde entonces no he hecho más que caer”. De Rita, que en realidad se llamaba Margarita Carmen Cansino, y sí, era hija de un bailarín sevillano Eduardo Cansino, se suele decir que es una mujer llena de una sensual sexualidad (que tanto gustaba a los soldados americanos), pero muy sobrepasada por el mito.

Yo adoro los primeros compases de la película: es decir, la confesión del protagonista. A Welles, en cambio, los primeros 10 minutos de su obra nunca le gustaron. Suele renegar de ellos. Llega a decir: “eran horribles. Cuando pienso en ello, me da la impresión de que no están hechos por mí. Se parecen a cualquier película de Hollywood. Y no sé por qué. Pero resultaron así de estúpidos”. ¿Por qué me viene a la mente precisamente ahora el refrán inglés que dice algo así como que los grandes genios siempre coinciden? A decir verdad sólo me gusta la confesión. Las escenas siguientes, y en especial el atraco, resultan caóticas.

Y con respecto a la célebre escena final de los espejos, sólo recordar una frase de Michael: “si supiera como iba a acabar todo me habría detenido en el principio”. En realidad estaba avisado: “te lo dije... no sabes nada acerca de la maldad”.

La carta oportuna

Ocasión para una carta

Despiadada amiga:

"¿por qué no permites

que olvide por un día

la ley injusta

que yo mismo dicté?

Mi labio inoportuno

todavía está tímido:

no quiere volver a enojarte.

Todavía suspiro,

y mis alientos,

vuelan mudos

por el aire desconsolado.

¿Por qué lo niegas?

Quizá te vea y reconozca

aquel estrecho

pecho palpitante.

El furor nos calmará

aunque la razón nos exalte.

¿me crees?

Seguro que ha cambiado

tu acento lánguido,

seguro que eres otra,

que tienes otro semblante.

Te has ido con otro,

lo sé,

y es aun más galante.

Puede que deba resignarme

pero, al menos,

recuérdame olvidando aquel día

en que mezclamos

nuestros suspiros inalcanzables.

En este juego tuyo

tan sucio y frío

como repleto de indiferencias,

¿sabes cuánto significa

una mirada de las nuestras?

Ayer fui embebecido,

y si quieres, cobarde y dudoso.

Quizás hoy,

o puede que mañana

nos miraremos

a esos curiosos espejos,

que aunque huidizos,

jamás dejarán de amarse.

Aunque no hayamos

cruzado

el umbral de aquella puerta,

seremos nuestra delicia

recíproca, infámica,

hermética".


Atentamente...

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Pater elevator

A propósito de la ley de Verner para la mutación consonántica del germánico (que depende del acento) me vino a la mente la palabra "padre". Y a partír de ella aparece Gerardo, mi padre. ¿Cómo lo relacioné? No lo sé. Quizás porque recordé que la palabra padre en su fase prehistórica se pronunciaba patér y no *páter (padre, father, pére). Recordemos, por ejemplo, el griego πατήρ o el sánscrito pitār. Esto, unido a que mi padre, persona honesta donde las haya, a veces es algo prehistórico... en fín... Me recordó que una vez me contó una historieta que había protagonizado: trabajó durante quince años en una empresa que era una especie de surtidora, un almacén de alimentos donde iban a parar las mercancías antes de llegar a los supermercados. No recuerdo el nombre concreto. Era encargado de la parte del almacén y esto incluía el trabajar continuamente con la máquina elevadora

montando y descargando mercancías y “palés”. Me dijo que había un representante de una de las marcas que era un poco altanero, por así decirlo, un chulo de pueblo. Conducía un precioso Mercedes negro que solía dejar aparcado durante periodos extensos y excesivos en frente de la puerta del almacén. Evidentemente dicho estacionamiento molestaba a mi padre, que se caracteriza por ser una persona a la que mientras trabaja, directamente, no se le puede ni hablar con algo más que un “sí” o un “no”. El representante de la famosa marca adquirió el hábito molesto de dejar el coche todos los jueves del mes justo en frente del portal por el que salía el elevador de mi padre a pesar de las reiteradas peticiones (aunque esto tendría que contrastarlo, pero bueno, in dubio pro reo...) de mi progenitor para que lo apartase. Un buen día, mi padre me dijo la fecha porque era señalada, ocurrió esto (según sus palabras):

el muy soberbio ¿no va y me vuelve a aparcar en las narices? Rápidamente cogí el elevador, le levanté el coche y se lo puse en la puerta trasera del almacén, donde no lo viese. Apagué el elevador y volví a hacer albaranes, que era lo que estaba haciendo. Si miras (sic) la cara del hombre cuando salió... Empezó a preguntar por el coche y nadie sabia donde estaba. Al final no pasó nada, cuando iba a llamar a la policía le dijeron donde había aparecido. Pero, oye, no volvió a dejarlo en medio”. ((Es una traducción del gallego (se pierden matices), lengua materna de mi padre)).

Mi padre, tan prehistórico como honesto, noble y eficaz.

Carta de una desconocida

Las últimas dos películas que he visto son de 1948.¡Qué curioso! En ambas se demuestra que el cine y la poesía pueden llevarse bien fuera de francia. Carta de una desconocida

me gustó porque enlaza dos temas que conozco: el amor y la música. Esto no pasaba en la novela de Stefan Zweig: el personaje de Stefan (pianista) era un escritor, pero debido a la devoción de Max Ophüls, el director, por la música lo convirtió en pianista. Para un semimúsico siempre es entrañable ver como se va formando el mito del músico mujeriego.

Aunque no era, evidentemente, el actor Louis Jourdan, (protagonista con Hichcock de El proceso Paradine), quien tocaba, sino un pianista llamadao José Iturbi, pudimos escuchar mi querido Estudio en Re Mayor de Franz Liszt, La flauta Mágica de Mozart y Tanhäuser de cierto amigo de Nieztsche. Pero Louis Jourdan no es la figura principal de la película:, aunque sí el actor más agraciado (no vamos a andarnos con ambigüedades).

El filme nace como una vía para impulsar la carrera artística de Joan Fontaine, hermana menor de Olivia de Havillan. En EEUU la película, demasiado íntima quizás para los descendientes del lejano oeste, tuvo una fría acogida y una vida muy corta den las salas. Pero la recepción en Europa fue desmedida: desde ese momento se convirtio el film "de Opuls" en un clásico de la televisión norteamericana. Seguro que la ponen en navidad. La misma novela de Stephan weig fue adaptada por Julio Alejandro en 1955 y dirigidaa por Tulio Demicheli: su título era Feliz año, amor mío.


La Critica dice:


a) G.Cin. (Bianco e nero, abril de 1949): "La figura doliente de Lisa permanecerá entre las más creíbles ofrecidas por el cine de los últimos tiempos".

b) Louis Marcorelles (Cahiers du Cinéma, Num 81): "El arte de Ophüls, según una óptica muy femenina, consiste en poner en evidencia el peso del instante, el deseo de la mujer enamorada que carga cada minuto de amor de una intensidad apasionada. Soñadora, tierna, sino por y para el amor en esa Viena imperial donde todo parece decorado".

c)Bosley Crowther (The New York Times, 29 de abril de 1948): "Si usted busca sensibilidad y emoción coherente eun una película, cuidado con esta Carta demasiado escrita. Le ahogará con su retórica y su tontería".


Recordemos el gran diálogo:

J: "Hay cosas como el honor y la decencia"

L: "Me lo he repetido cien veces hoy"

J: "Hablas como si no estuviera en tus manos. No es así, Lisa. Tienes voluntad. Puedes hacer lo más correcto o puedes destrozar tu vida".

L: "No tengo más voluntad que la suya".


lunes, 23 de noviembre de 2009

Odiamos

El ritmo se precipita mientras

nos atravesamos

de manera oblicua

en calle apedreada.

Me sorteaste, y te traicionaste,

pero poco a poco padeces

palpable curiosidad.

Supimos que el amor

surge por sorpresa.

Estabas al cabo de la calle

que me falta: a cambio

sólo exigías ser amada.

Supimos que ser amado no es nada,

y que amar lo es todo.

Tu odio aflora en carne y hueso:

conoces lo que sabías,

y no buscabas conocer.

Me gritas, apenas respiras.

Yo espero aliviado

porque el odio profeso

carece de venganza.

Nunca pensaste

que quizás sea mejor odiar

que vivir angustiado.

Empatía, mi amor.

Pero yo tampoco la tuve.

Tan hastiado me deja escuchar

que los primeros amores

nunca terminan bien,

que jugando conmigo mismo

afirmo que lo que llaman primer amor

siempre es el segundo.

Percibimos el adiós,

otra vez,

en las miradas.

No voy a mentir:

he pensado mucho.

Espero poder arruinar

algún día,

tu soledad.

Filología, y no traducción.

Hace unas semanas, después de que el profesor de biolingüística nos deleitase con una preciosa explicación que versaba sobre un savant (persona cognitivamente nula en cualquier cosa excepto en un aspecto): el ejemplo era Christopher, de 29 años traduce (y en casos habla) danés, holandés, francés, español, alemán, finlandés, griego, italiano, hindi, noruego, polaco, portugués, ruso, sueco, turco y galés. Yo estaba sentado junto a una amiga de Filología Inglesa que me dijo: "Joder, ese tio es una vergüenza para cualquier filólogo". Yo le respondí al instante: "Mentira. Sería una vergüenza, como tú dices, sólo para un traductor". La chica me miró extrañada pero recapacitó y me ofreció la razón. Si los filólogos se basasen únicamente en la traducción ¿qué sería de Hispánicas o de Filoloxía Galega?

La cinta blanca.

El pasado miércoles, entre chuzos santiagueses, fui con unas amigas a ver una película al festival Cineuropa. A penas quedaban entradas y éstas pertenecían a la esquina superior izquierda del segundo piso (muy incómodo) del Teatro Principal: en el compartimento 13: muy muy esquinado. Tras una breve acomodación (si nos recostábamos en la silla no contemplábamos la pantalla) comenzó el film alemán y resultó ser verdaderamente bueno. Se trata de la vida en un pueblo alemán donde alguien, algunos de sus miembros, cometen atrocidades e intentos de asesinato.


Tiene algo de Hitchcock que no combina mal con ese lento expresionismo con planos tan cercanos que caracteriza a los alemanes. El director nos manipula con vileza, presentándonos de manera velada, desde un principio, a los puros culpables y a un complice divino. Una gran película. La verdad no es de extrañar que haya conseguido tantos premios y tan buenas críticas. El Cura, para mí, el mejor en su papel. Todo son alabanzas, en especial me gustó mucho la música. Sólo un pero, por mi parte, el frío protagonista.

La vida privada de Sherlock Holmes

Nunca había pensado en Sherlock Holmes como un ser tan vanidoso, drogadicto, y presuntuoso a la vez. Además, falla en la resolución del caso: o mejor dicho, lo ayudan en ella. Se trata de una película en la que una espía alemana casi consigue vencer al ínclito inglés y a todo el servicio secreto británico.


El gracioso Watson es, sin duda, el alter ego del sentido del humor del director. La película no consiguió, por lo menos en mi caso, conseguir mantenerme suspendido en todo el transcurso, en ocasiones incluso me aburrió un poco, pero me pasa siempre que Wilder no ejerce de estricto comedista. A pesar de este último punto es una buena película que cuida los detalles y en la que el argumento se desarrolla paso por paso, con mucho sentido del ritmo de la argumentación.

Mens sana in corpore sano

Desde siempre me ha gustado el deporte. Y tengo entendido que está bien eso de mantenerse en forma. Me parece extraño este punto de vista: parece que mente y cuerpo, siendo así, deberían formar una unidad. Debo reconocer que fue una de las cosas que más me sorprendió de los antiguos. Yo tampoco entiendo la figura del intelectual o sabio seboso y cerrado completamente en sí mismo. No sirve de nada si no escribes o se lo comunicas a los demás. ¿Por qué cerrarse a los demás? "Animal social" nos llamaba Aristóteles. El mes pasado formamos un nuevo equipo de baloncesto en la liga universitaria santigüesa. Somos el "Macabi de Levantar". Organizamos un partido inaugural. Se celebraba en un pabellón al sur de Santiago, justo detrás del Corte Inglés (al que nunca había ido). No se como llegó a mis manos la etimología de la palabra pabellón: originalmente viene de Pupilio-onis mariposa en latín, que produce el vocablo francés "pavillio", que a su vez, llega a España en forma de "pabellon". Ganamos el partido. Cansado llegué a casa y me tiré sobre el gran plumifero de mi habitación: plumifero, "el que lleva plumas": plumis ferre. Y de todo eso me acuerdo ahora, tras una noche en la que el plenilunium reinaba. Una noche de viejas costumbres, y viejos horarios, una noche de cumpleaños que me gustó. Sentado en una mecedora con un portátil en las rodillas, con un café con leche esperando, escribo y escucho un concierto de Thchaikovsky (Nº1 Op.23) mientras mis padres en el piso de arriba ven una película que se llama "El hombre que pudo reinar".

Muecas sórdidas.

Recuerdo que una vez le recomendé a una de las mejores amigas/personas que tengo el capítulo número uno de Rayuela: lo leyó, le gustó, y acabó, claro, leyendo el libro entero. Por aquel entonces no la vi en algún tiempo. Cuando nos reencontramos me dijo: "cada vez que me labo los dientes me acuerdo de ti. Explicación: el capítulo uno dice "convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico". El otro día sucedió lo contrario: me lavaba yo los dientes con otra amiga en el cuarto de baño de nuestro piso cuando me acordé de quien se acordaba de mí al asir la Colgate."Pero ella no estaría ahora en el puente, pensé". Y detrás de nostalgias vino una imagen un tanto insólita del ser humano: las muecas de la higiene bucal. Observé a mi amiga y a mi propia cara con ayuda del espejo durante nuestra buena costumbre. En ocasiones (apelando al sexto sentido) tenía miedo, las muecas me producían pánico. ¿Podríais imaginaros la faz de Jack Nicolson enjuagándose los dientes?

martes, 17 de noviembre de 2009

Multiculturalismo y Extraños en un tren

Este fin de semana tenía dos películas: Sólo un beso, del proletario Ken Loach y Extraños en un tren, de Alfred Hitchcock. Elegí, por extraño que parezca, en primer lugar la primera. Hay que restrasar los placeres... En Literatura Comparada estamos tratando el multiculturalismo y las relaciones entre Cine y Literatura. Por ello me gustó ver la romántica Sólo un beso, tan carente, en cambio, de ñoñerías. En ella se mezclan musulmanes devotos, matriomonios de conveniencia a larga distancia, enamoramientos, secreto, sexo: en definitiva Karim y su vida luchan con su deber. No sé a qué me recuerda, quizás a otra película.

Extraños en un tren, me decepcionó un poco. Aunque hablar de decepción en Hitchcock siempre es complejo. Pero en realidad, excepto la parte en la que el gran tenista Farley Granger y el asesino demente Robert Walker se encuentran en el tren,

la película aunque con grandes dosis de suspense y de un ritmo vertiginoso, no me enganchó como otras del director. La mejor de sus películas para mí, sigue siendo la Soga. Tras la primera escena que mencionábamos aparece Hitchcock en uno de sus tradicionales cameos portando y subiendo un chelo al tren.

Dicen de Hitchcock que cuando no rodaba su vida se centraba en comer y beber. Solía decir: "un martini muy seco es simplemente dos partes de ginebra con una rápida a una botella de vermut". Hasta que estrenó Pánico en escena no dejó de engordar. La vuelta a la actividad con Extraños en un tren detuvo sus ansias expansivas. La película no cuajó ni en taquilla ni en lo que refiere a lo dicho por los críticos. Pero a propósito de este hecho ya decía un tal Trauffaut que existen dos tipos de directores: "los que tienen en cuenta al público cuando piensan y realizan sus películas y los que prescinden de él". Para los primeros el cine sería un arte relacionado con el espectáculo y para los segundos una aventura individual. Se me antoja raro que la película no acabase de engancharme, puesto que es Chandler, el gran Raymond Chandler "Marlowe" quien configura el guión encerrándose a trabajar con una secretaria en su casa de La jolla, bastante alejado de Hollywood. Pero aquí tengo el por qué de mi extraño disgusto para con la película:

"A Hitchcock esta reclusión le puso nervioso. Tenía que ir hasta La Jolla para meter mano en la historia y allí enconcraba a un irritante e irritado Chandler. El británico, en sus magníficas charlas con Truffaut, confesó: la cosa no marchó bien entre nosotros. Estaba sentado a su lado buscando una idea y le decía: ¿por qué no hace esto? Y él me contestaba: Bueno, si usted encuentra las soluciones ¿para qué me necesita? A Chandler le sacaba de quicio la insistencia del director en que el guión se ajustara claramente a sus indicaciones visuales. En una carta a su editor británico, el escritor comento: Lo que más me divierte de Hitchcock es la forma en que dirige una película en su cabeza antes incluso de saber de qué va la historia. Posee una gran intuición respecto al ritmo narrativo y el tono y la presentación, pero no tanta respecto a lo que es el negocio del cine. Imagino que es por eso por lo que algunas de sus películas pierden lógica en un momento determinado y se convierten en una alocada sucesión de imágenes. A mitad de agosto, Chandler ya había entregado su borrador (en su final, Bruno Anthony, el psicópata, acaba en un manicomio forcejeando dentro de una camisa de fuerza). El director le pasó al guionista algunos cambios, contrató al equipo técnico y se fue a las pistas de tenis de Forest Hills a rodar imágenes de la eliminatoria de la Davis entre EEUU y Australia. A finales de septiembre Chandler presentó su segundo borrador. El británico se dio cuenta de que necesitaban otro escritor porque aquel guión noiba a ningún lado. Los dos se habían quejado, cada uno por su cuenta, sobre lo complicado de la elaboración de este segundo borrador. En resumen, Hitchcock no había hablado con Chandler en ningún momento. El supervisor de guiones de Warner Brothers, Finlay McDermind, el hombre que recibía los lamentos de las dos partes, sentía la misma sensación sobre Chandler que Algred Hitchcock: confusión. ¿Qué es lo que quería: tranquilidad o intromisiones? ¿Y adónde iba aquel relato? El 26 de septiembre Hitchcock tomó la decisión más lógica: se acabó Chandler. Llamaron a Czenzi Ormonde, una de las colaboradoras de Ben Hecht, extraordinario guionista, dramaturgo y escritor. Ormonde le dio toda la vuelta a la historia, ayudada por la productora Barbara Keon. Hecht también les hechó una mano, Alma Hitchcock, la mujer del director, participó como en innumerables ocasiones anteriores, en el retoque de los diálogos y las especificaciones de las secuencias con todas las indicaciones necesarias para el rodaje, y del libreto de Chandler no quedó casi nada en la gran pantalla.


Yo la titularía "el placer de asesinar". Me gustaría ver el guión de Chandler.

De las locuras de Tarantino

Con respecto a Tarantino podríamos decir, así, a la ligera, que está completamente pasado de rosca. Creo que esta es la expresión adecuada. Muy ilustrativa y gráfica, ya que ejemplifica las locuras momentáneas del director en sus películas. Malditos bastardos y Abierto hasta el amanecer son mis dos últimas referencias.

En la primera película mencionada, la más reciente, hace toda una apología de la venganza judía, edulcorada con eso que a mí tanto me gusta: la ausencia (o la innecesidad) de veracidad historica milimétrica en las películas. Los judíos consiguen matar a Hitler. Me encantó, por cierto, el actor que hace de coronel alemán.

Histriónico, pero perfecto para el papel este Cristoph Waltz. Tarantino tiene un don para crear situaciones absurdas llenas de buenos diálogos no carentes de implicito doble sentido: el mejor ejemplo es la primera escena con la persecucción de la familia judía. Con respecto a Abierto hasta el amanecer, donde aparece un gran George Clooney acompañado por el propio Tarantino, como secuestradores, y Salma Hayek haciendo un striptease muy serpentino.


Con respecto a sus locuras, sólo decir que mezcla un robo de banco, que acaba con unos secuestros y un par de sádicos asesinatos, con un bar nocturno repleto de vampiros y de gente tan normal que se presenta de la siguiente manera: “sex machine, encantado”. Creo que disfruté más con Malditos bastardos, aunque sólo tímidamente se acerca a la gran Pulp Fiction.

Αγορευω: hablar en público.

Llevaba mucho sin escribir alguna línea sobre cine, pero he visto varias películas. No había publicado nada del Ágora de Amenábar: sorprende en un estudiante de clásicas. Todos buscamos gazapos en ella, y alguno que otro tiene: quizás el más sorprendente, para mí, (y del que mi acompañante Eos y yo nos dimos cuenta al momento y simultáneamente (sic)) fue la aparición de los gemelos Rómulo y Remo debajo de la Loba Capitolina, en procura de sus mamas. En realidad los pequeños conejos de la película no deberían importarnos, en absoluto. El propio Amenábar es el primero que admite que su intención no es hacer una reconstrucción ajustada con la finalidad de que los historiadores o geógrafos discutan sobre la Alejandría del IV d.C. Es el primero que dice que el cine es arte, ficción. Eso me gusta. La película también me agradó bastante, aunque tengo que decir que días después de ver su gran superproducción Ágora, con talante americano, redescubrí una tal Tesis, su opera prima, con críticas afiladas, y me gustó mucho más. Con respecto a Ágora hay un punto más que los que son más expertos que yo suelen señalar: el título. Ágora les parece demasiado pretencioso. Más considerando que apenas hay escenas dentro de este recinto de época clásica (si es que la Alejandría del IV d.C. poseía un Ágora, cosa que no está clara. Suele proponerse llamarle Hypatia, como la protagonista. No digo que no pueda ser así (muy feminista también) pero podría ser que, en un gesto de erudición y sutileza, Amenábar estipule Agora pretendiendo aludir al hecho de que a la pretenciosa y valiente Hypatia se la juzga por dedicarse a cosas que no son propias de las mujeres, y sobre todo, por hablar y aconsejar en la Asamblea de la ciudad, es decir por hablar en público. Esta sería su “condena”, el hablar en público. En griego hablar en asamblea se dice: Αγορεύω. Quizás se una explicación, no lo sé. Eso sí, una cosa que no entiendo es la razón por la que Amenábar prescinde de los idiomas. Yo creo que le daría mucho juego (y otro toque lleno de matices a su superproducción). En eso me recuerda un poco a la Pasión de Cristo, donde Mel Gibson elimina por completo el griego de su complejo mapa lingüístico, algo incomprensible). Por cierto, esta es, yo creo, la fuente (en versión original) de la que bebió, en su mayoría, el director de la película. Se trata de un diccionario bizantino normalmente conocido como la Suda: en griego, claro.

Ὑπατία: ἡ Θέωνος τοῦ γεωμέτρου θυγάτηρ, τοῦ Ἀλεξανδρέως φιλοσόφου,

καὶ αὐτὴ φιλόσοφος καὶ πολλοῖς γνώριμος: γυνὴ Ἰσιδώρου τοῦ φιλοσόφου.

ἤκμασεν ἐπὶ τῆς βασιλείας Ἀρκαδίου. ἔγραψεν ὑπόμνημα εἰς Διόφαντον, τὸν

ἀστρονομικὸν Κανόνα, εἰς τὰ Κωνικὰ Ἀπολλωνίου ὑπόμνημα. αὕτη

διεσπάσθη παρὰ τῶν Ἀλεξανδρέων, καὶ τὸ σῶμα αὐτῆς ἐνυβρισθὲν καθ' ὅλην

τὴν πόλιν διεσπάρη. τοῦτο δὲ πέπονθε διὰ φθόνον καὶ τὴν ὑπερβάλλουσαν

σοφίαν, καὶ μάλιστα εἰς τὰ περὶ ἀστρονομίαν: ὡς μέν τινες ὑπὸ Κυρίλλου, ὡς

δέ τινες διὰ τὸ ἔμφυτον τῶν Ἀλεξανδρέων θράσος καὶ στασιῶδες. πολλοῖς γὰρ

καὶ τῶν κατ' αὐτοὺς ἐπισκόπων τοῦτο ἐποίησαν: τὸν Γεώργιον σκόπει καὶ τὸν

Προτέριον. Περὶ Ὑπατίας τῆς φιλοσόφου. ἀπόδειξις, ὡς στασιώδεις οἱ

Ἀλεξανδρεῖς. αὕτη ἐν Ἀλεξανδρείᾳ καὶ ἐγεννήθη καὶ ἀνετράφη καὶ

ἐπαιδεύθη. τὴν δὲ φύσιν γενναιοτέρα τοῦ πατρὸς οὖσα οὐκ ἠρκέσθη τοῖς διὰ

τῶν μαθημάτων παιδεύμασιν ὑπὸ τῷ πατρί, ἀλλὰ καὶ φιλοσοφίας ἥψατο τῆς

ἄλλης οὐκ ἀγεννῶς, περιβαλλομένη δὲ τρίβωνα ἡ γυνὴ καὶ διὰ μέσου τοῦ

ἄστεος ποιουμένη τὰς προόδους ἐξηγεῖτο δημοσίᾳ τοῖς ἀκροᾶσθαι

βουλομένοις ἢ τὸν Πλάτωνα ἢ τὸν Ἀριστοτέλην ἢ ἄλλου ὅτου δὴ τῶν

φιλοσόφων. πρὸς δὲ τῷ διδασκαλικῷ καὶ ἐπ' ἄκρον ἀναβᾶσα τῆς πρακτικῆς

ἀρετῆς, δικαία τε καὶ σώφρων γεγονυῖα, διετέλει παρθένος, οὕτω σφόδρα

καλή τε οὖσα καὶ εὐειδής, ὥστε καὶ ἐρασθῆναί τινα αὐτῆς τῶν

προσφοιτώντων. ὁ δὲ οὐχ οἷός τε ἦν κρατεῖν τοῦ ἔρωτος, ἀλλ' αἴσθησιν ἠδὴ

παρείχετο καὶ αὐτῇ τοῦ παθήματος. οἱ μὲν οὖν ἀπαίδευτοι λόγοι φασί, διὰ

μουσικῆς αὐτὸν ἀπαλλάξαι τῆς νόσου τὴν Ὑπατίαν: ἡ δὲ ἀλήθεια διαγγέλλει

πάλαι μὲν διεφθορέναι τὰ μουσικῆς, αὐτὴν δὲ προενεγκαμένην τι τῶν

γυναικείων ῥακῶν αὐτοῦ βαλλομένην καὶ τὸ σύμβολον ἐπιδείξασαν τῆς

ἀκαθάρτου γενέσεως, τούτου μέντοι, φάναι, ἐρᾷς, ὦ νεανίσκε, καλοῦ δὲ

οὐδενός, τὸν δὲ ὑπ' αἰσχύνης καὶ θάμβους τῆς ἀσχήμονος ἐπιδείξεως

διατραπῆναί τε τὴν ψυχὴν καὶ διατεθῆναι σωφρονέστερον. οὕτω δὲ ἔχουσαν

τὴν Ὑπατίαν, ἔν τε τοῖς λόγοις οὖσαν ἐντρεχῆ καὶ διαλεκτικὴν ἔν τε τοῖς

ἔργοις ἔμφρονά τε καὶ πολιτικήν, ἥ τε ἄλλη πόλις εἰκότως ἠσπάζετό τε καὶ

προσεκύνει διαφερόντως, οἵ τε ἄρχον- τες ἀεὶ προχειριζόμενοι τῆς πόλεως

ἐφοίτων πρῶτοι πρὸς αὐτήν, ὡς καὶ Ἀθήνησι διετέλει γινόμενον. εἰ γὰρ καὶ τὸ

πρᾶγμα ἀπόλωλεν, ἀλλὰ τό γε ὄνομα φιλοσοφίας ἔτι μεγαλοπρεπές τε καὶ

ἀξιάγαστον εἶναι ἐδόκει τοῖς μεταχειριζομένοις τὰ πρῶτα τῆς πολιτείας. ἤδη

γοῦν ποτε συνέβη τὸν ἐπισκοποῦντα τὴν ἀντικειμένην αἵρεσιν Κύριλλον,

παριόντα διὰ τοῦ οἴκου τῆς Ὑπατίας, ἰδεῖν πολὺν ὠθισμὸν ὄντα πρὸς ταῖς

θύραις, ἐπιμὶξ ἀνδρῶν τε καὶ ἵππων, τῶν μὲν προσιόντων, τῶν δὲ ἀπιόντων,

τῶν δὲ καὶ προσισταμένων. ἐρωτήσαντα δὲ ὅ τι εἴη τὸ πλῆθος καὶ περὶ οὗ κατὰ

τὴν οἰκίαν ὁ θόρυβος, ἀκοῦσαι παρὰ τῶν ἑπομένων, ὅτι προσαγορεύοιτο νῦν ἡ

φιλόσοφος Ὑπατία καὶ ἐκείνης εἶναι τὴν οἰκίαν. μαθόντα δὴ οὕτω δηχθῆναι

τὴν ψυχήν, ὥστε φόνον αὐτῇ ταχέως ἐπιβουλεῦσαι, πάντων φόνων

ἀνοσιώτατον. προελθούσῃ γὰρ κατὰ τὸ εἰωθὸς ἐπιθέμενοι πολλοὶ ἀθρόοι

θηριώδεις ἄνθρωποι, ὡς ἀληθῶς σχέτλιοι, οὔτε θεῶν ὄπιν εἰδότες οὔτ'

ἀνθρώπων νέμεσιν ἀναιροῦσι τὴν φιλόσοφον, ἄγος τοῦτο μέγιστον καὶ

ὄνειδος προστρεψάμενοι τῇ πατρίδι. καὶ ὁ βασιλεὺς ἠγανάκτησεν ἐπὶ τούτῳ, εἰ

μὴ Αἰδέσιος ἐδωροδοκήθη. καὶ τῶν μὲν σφαγέων ἀφείλετο τὴν ποινήν, ἐφ'

ἑαυτὸν δὲ καὶ γένος τὸ ἀφ' ἑαυτοῦ ταύτην ἐπεσπάσατο, καὶ ἐξέπλησε δίκην ὁ

τούτου ἔκγονος. τούτων δὲ ἡ μνήμη ἔτι σῳζομένη τοῖς Ἀλεξανδρεῦσι

συνέστελλεν εἰς μικρὸν κομιδῆ τὴν περὶ τὸν Ἰσίδωρον τῶν Ἀλεξανδρέων τιμήν

τε καὶ σπουδήν: ὅτε καὶ τοιούτου ἐπικρεμαμένου δέους, ὅμως ἕκαστοι

ἔσπευδον αὐτῷ συνεῖναι θαμὰ καὶ τῶν ἀπὸ τοῦ σωφρονοῦντος στόματος

ἰόντων ἀκροᾶσθαι λόγων. ἐπεὶ καὶ ὅσοι ῥητορικῶν προί̈σταντο διατριβῶν ἢ

ποιητικῶν, ἠσπάζοντο τὴν τοῦ φιλοσόφου συχνὴν ὁμιλίαν. εἰ γὰρ καὶ

ἀνάγωγος ἦν τὰ τοιαῦτα, ἀλλὰ τῇ γε ἄλλῃ φιλοσόφῳ ἀκριβείᾳ προσετίθει τι

καὶ ἐκείνοις ἐπιμελέστερον εἰς τὰ σφέτερα αὐτῶν τεχνύδρια. τά τε γὰρ ἄλλα

διηκρίβωτο καὶ τῶν ἐπιδεικνυμένων λόγων τε καὶ ποιημάτων κρίσιν ἐποιεῖτο

διαφέρουσαν τῶν ἄλλων. διὸ καὶ ἐν τοῖς ἐπί τινι λογικῇ ἀκροάσει θεάτροις

ὀλίγα μὲν ἐπῄνει τοὺς ἐπιδεικνυμένους, καὶ πάνυ ἡσυχάζοντι τῷ ἐπαίνῳ:

καιρίως δὲ ὅμως καὶ κατὰ λόγον. ὅθεν ἅπαν τὸ θέατρον, ὡς εἰπεῖν, τῇ ἐκείνου

κρίσει γνώμονι διεχρῆτο τῶν ἄμεινον ἢ χεῖρον λεγόντων. τῶν δὲ ἐπ' ἐμοῦ

γεγονότων κριτικοὺς ἄνδρας ἐπίσταμαι τρεῖς τὰ λεγόμενα κρίνειν δυναμένους

ἄνευ τε μέτρου: τοῦ γὰρ αὐτοῦ ἡ μὲν κρίσις ὁμολογεῖται οὖσα ποιημάτων καὶ

συγγραμμάτων. ἐγὼ δὲ καὶ δημιουργὸν ἡγοῦμαι τὸν αὐτὸν ἑκατέρων: μόνον εἰ

γυμνασία πρὸς ἑκάτερον ἴση γένοιτο καὶ διὰ προθυμίας τῆς ἴσης. ἕνα δὲ

τούτων οὔ φημι τὸν Ἰσίδωρον, ἀλλὰ καὶ πολλῷ ἐλαττοῦσθαι τῶν τριῶν. οἱ δὲ

κριταὶ Ἀγάπιος, Σεβηριανός, Νόμος. ἡμέτερος δὲ ἡλικιώτης ὁ Νόμος.


jueves, 12 de noviembre de 2009

Una comedia rosa

La clave en la comedia es traspasar lo cotidiano: existe un gusto desmedido por lo que está fuera de lugar. No se escatima en críticas personales, ονομαστί, que alcanzarán a muchos ciudadanos conocidos de la ciudad. Por supuesto tenemos que hacer alusión a las constantes referencias políticas. Una mala decisión puede ser empleada como burla en la comedia.Visto lo cual, que se valoran los comportamientos individuales y de cargos políticos, sería lícito decir, con la boca pequeña, en bajito, y con mucha cautela, que no deja de tener cierto parecido, en ese sentido, con la prensa rosa de nuestros días, a pesar de que esta no haga ninguna gracia, por lo menos a mí (y en cambio, a veces la Comedia antigua, sí): lo inexplicable es que hayan transcurrido ya 2000 años.

En la comedia antigua se criticaba la homosexualidad (hoy en día el discurso políticamen correcto y nuestra legislación nos aseguran que no es criticable pero todavía, la homosexualidad, no se ha aceptado en el ámbito de nuestra cultura) y de vez en cuando, en este tipo de programas tan televisivos, emiten alguna que otra broma de esta índole (a veces incluso de mal gusto). En ambas se tratan normalmente historias del presente y se mezcla lo real con lo fantástico (montajes). El tema sexual, a secas, es evidente en ambos casos con constantes referencias concretas y explícitas (que si alguien se acuesta con el otro alguien...). Unido al último argumento podríamos mencionar las alusiones escatológicas de la comedia y la sensación de asco (abundante en mí, por lo menos) que provocan los programas prensa rosa, que muy a menudo combinan algún que otro video que hace que nuestra mente se bloquee e imagine de manera vertical y central el concepto griego de σκωρ, σκατοs, literalmente “excremento, mierda”. Por último aludir al hecho de que las parodias mitológicas no faltan en las comedias: ¿recordáis qué hacían esta clase de programas cuando murió el ser cuasi mitológico “Michael Jackson”? No querría que pensaseis que mi concepción de la Comedia Antigua es errónea. Sé situar, más o menos, tanto su calidad como su cometido: la risa, aunque quizás no sea este su único propósito. Lo ejemplifico con los maravillosos juegos de palabras y la formación de vocablos nuevos: Aristófanes, sabedor de su valía, creaba palabras propias muy jugosas y realizaba paronomasias, dobles sentidos, todo ello siendo consciente en todo momento de lo que hacía. ¿Qué ocurre en la prensa rosa? Que tienen que recurrir a publicistas para que creen monumentos lingüísticos que enganchen del tipo “El programa de Ana Rosa” (nótese que lo incluyo en “prensa rosa”),“¿Donde estás corazón?” o el legendario, "Corazón, Corazón" (que este es muy serio, ¿eh?)

Agradecimientos: al gran comediógrafo Aristófanes, por ayudarme a disparar mis absurdos vituperios apuntando a la prensa rosa.

Saussure

Ayer, a propósito de Panini, hacía una ínfima crítica a los estructuralistas franceses. Hoy, para redimirme, voy a señalar que la Filología Clásica debe a Saussure el conocer que en los comparativos griegos hay una inexplicable tendencia a evitar tres vocales breves seguidas. Suele alargarse la tercera de ellas: μιαιφονωτερα “más sediento de sangre”. (Μεδεα, Εurípides: 265).

La lira y el arco

Qué sutil es la poesía. Se toma la lira como algo dañino porque puede herir con las palabras, recordemos cualquier epigrama, y en el polo opuesto de la creación y del razonamiento encontramos que se describe como música al sonido que produce la oscilación de la cuerda del arco al disparar. Paradojas...

Beefeaters


El septiembre pasado, en Londres, no visisté el interior de la Tower of London. Pero leí algo llamativo sobre ella: a los yeomen wards, los vigilantes de la Torre, los denominan "Beefeaters," esto es, comedores de carne de vaca. Una de dos, o se está haciendo alusión a la ración de carne que se les solía servir o quizás sea una derivación del francés buffitiers: "guardianes del buffet real".

Antípodas by foot

Un día muy frío, un profesor, pro-longando la clase después del timbre, nos preguntó si sabíamos cómo habían llegado los aborígenes, en un tiempo muy remoto, hace 42000 años, sin a penas medios, a Australia, tierra "descubierta" por los holandeses e ingleses en pleno siglo XVII. La clave estaba en las glaciaciones. El hielo achicaba por tierra los diez mil kilómetros que separan Asia de Oceanía. Y unos pocos kilómetros, y no los 10000, sí pudieron recorrerlos en balsas.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Panini y los demiurgos

Paratexto: no hablaremos de pan y queso.
Panini, el gramático indio del siglo V a.C., el primero con un método riguroso, aunque no lo formuló, dominaba el concepto de fonema. Después, en el XX, los estructuralistas franceses se jactarán del gran descubrimiento. A veces el optimismo epistemológico da sus frutos. Por contra, fallaron los gramáticos indios (desconozco si Panini en concreto) en el hecho de que el grado cero, el Nullstufe alemán, es el básico dentro del paradigma verbal. Proponían que en un principio existía el grado cero (ausencia de vocal) y que posteriormente llegarían el grado pleno al que denominan Guna "cualidad" y el grado "o" alargado vŗddhi. En cambio, hoy día, sabemos que el básico es el grado pleno en “e” πετομαι, y no el grado cero ε-πτ-oμην. Se suele partir de lo más complejo para acabar llegando a lo menos complejo. La forma básica es el aoristo, eso sí, pero no todos los aoristos tienen grado cero, y no por ello tendríamos que decir que es la forma básica dicho grado. Son problemas diferentes. El cambio que suponían los gramáticos indios era irracional porque en las lenguas, no había ningún artífice que introdujese vocales. Hoy por hoy me fijo, sólo a veces, en mi entorno y ya no lo tengo tan claro que tuviesen razón o no... Estos demiurgos parece que pululan por Galicia de un tiempo a esta parte.
Su idea, la de los gramáticos indios, era tan bonita como ingenua.

Señalar

Nunca entendí por qué motivo no se podía señalar a las personas.

Indio Antiguo: déśa
Griego Antiguo: δεικνυμι
Latín: dico
Gotico: gateihan
Al. Al. Antiguo: zihan, zeichen
Inglés: teach

Todas vienen del IE, Indoeuropeo *dḙik. Sorprenden mucho el dicere latino y el teach inglés. De señalar evolucionan semánticamente a decir y a enseñar. Si entendiese alemán también me extrañaría lo del verbo zeichen.

Error nella translation

En la traducción al castellano del GIACALONE RAMAT, A y RAMAT,P (eds) Le lingue indoeuropee, Bologna, Societá editrice il Mulino, 1993 [traducción española: Las lenguas Indoeuropeas, Madrid, Cátedra, 1995] se ve claramente que el traductor (a pesar de que puede que tenga un dominio soberbio del italiano) no entiende demasiado de lo que se dice en el texto original. Siendo así, es totalmente normal que el texto meta sea erróneo. Aparecía el verbo δεικνυμι y a su derecha su significado: yo mostro, (primera persona del verbo mostrar en italiano), el traductor propuso, como si estuviera de broma, o como por confusión por haber δαιμωνι: monstruo. Curiosamente es la misma raíz de mostrare porque un monstruo es “el que se muestra per se”. Muy curiosa la traducción.

Causativos con efecto

Los causativos siempre me habían gustado a pesar de que no conocía al más sorprendente de todos ellos: lat. sedare es el causativo de sidere "estar sentado". Sedar a alguien es hacer que se quede sentado. ¿Causa, o no, efecto? La palabra providencia siempre me gustó, aunque no tanto. Hoy me desvelaron que es la misma que prudencia. Por cierto, la Curia, co-uira es el conjunto de hombres.

La maldita digamma Ϝ.

Tantas batallas indoeuropeas con ella y resulta que hoy me entero de que en realidad son dos gammas mayúsculas superpuestas, ΓΓ.

Y lo que es más: es de origen semítico. ¡Fenicia! El colmo es cuando recapacitas y acabas llamándote tonto por no darte cuenta antes de que es la misma grafía que la “F” [f] en el alfabeto latino. Espera, espera... ¿las horrendas haches del habla de los habitantes castellanos, que ni siquiera sirven para una aliteración, existen (también) por su culpa?

lunes, 9 de noviembre de 2009

Re: El amante de Lady Chatterley

El libro de D.H. Lawrence (de encantadora segunda mano) se encontraba en el estante, al acecho. Tras un viernes-noche dedicado al cine, me apetecía leer. Lo que me ocurrió es eso que los "lectores empedernidos" dicen que se pierde con los años: el libro me enganchó y no pude dejar de leerlo, justo a la inversaa que la empleada encargada de mecanografiar el manuscrito del libro, quien en 1927 se nos ha transmitido que se negó a continuar finalizado el quinto capítulo. La primera edición del libro tuvo que ser realizada en Italia, que aunque albergue la sede de la Iglesia, allí no entendían una palabra del texto inglés.
La obra, finalmente pudo publicarse oficialmente en Inglaterra en versión no censurada a partir de 1960. Normalmente se dice que El amante de Lady Chatterley es una novela sobre sexo, y es verdad pero sólo en parte, aunque yo diría más bien que trata sobre el éxtasis sexual. Evidente mente en los felices años veinte ese tema todavía resultaba demasiado escandaloso para los descendientes de los victorianos. Ya dentro del libro resulta muy curioso observar cómo trata de superar Clifford, el aristócrata, marido de Lady Constance, el hecho de que ha quedado imbálido de los pies a la cintura: intenta sublimar su impotencia con una constante actividad literaria. Como decía existe algo más que sexo en el libro: en el capítulo 13 el propio Clifford arrasa con su silla de ruedas motorizada los jacintos azules de una preciosa pradera primaveral, después de pronunciar un alegato a favor de los privilegios de las capas más altas. Ésta es la imagen con la que Lawrence describe las lacras de nuestra civilización: la guerra, que ha convertido a Clifford en inválido, la mecanización de la vida moderna cuya víctima es la naturaleza y la sociedad de clases, siempre ausente de compasión.
Mellors, en cambio, dándole, con gran dosis de epicureismo, la espalda a la civilización, representa lo contrario que el marido de su amante: lo salvaje en estado puro, el cuerpo (del que Clifford carece). En el libro es el sexo quien cura y repara las heridas que ha infligido la cultura, la civilización, al individuo. El sexo une cuerpo y mente y diluye las fronteras entre clases. Fue de las primeras novelas que hacen, sin pudor, pública la intimidad. La tonalidad del libro suena, me suena, mucho a Freud.


En el 55 rodaron esta película.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Moralejas oblicuas

Mi hipotética clase perfecta de griego. El profesor debe llegar a clase a una hora prudente, teniendo en cuenta que es la primera de la mañana. Eso gusta a la mayoría de los alumnos. El profesor debe sacar su texto original griego y comenzar a explicar algo que en la clase anterior no había quedado lo suficientemente claro (los alumnos admiran en este punto la dedicación del docente): “con respecto al ejemplo de yuxtaposición del pasado lunes debéis tener en mente que es un ejemplo bastante extraño ya que la subordinación y la coordinación son lo normal en griego”. Mientras, debería encender, para que no constituya una pérdida de tiempo, el ordenador y el proyector. Para lo cual, será necesario que conecte devidamente la clavija de la electricidad general del aula. Si ésta se encuentra bajada podríamos crear una especie de confrontación, siempre de manera sana y metafórica con la persona encargada de recoger las clases. Proponemos lo siguiente: “Vaya, ha vuelto a pasar por aquí el apagador. Parece Terminator el tío. Hasta la pantalla apaga el muy enfermo... joder, es que ya son ganas de apagar. Sólo falta que borre las teclas”. Si el proyector tarda en activarse, directamente no enciende, o no hace el ruido que debería, el profesor deberá hacer un comentario jocoso del tipo: “parece que a este proyector hay que convencerlo para que arranque”. Una vez que consigue la sonrisa y el dominio total del aparato debe proceder a una explicación más o menos seria sobre el contexto de la porción de texto que va a ser objeto de traducción. Serviría esta: “me veo obligado a recordaros que Medea descuartiza a su hermano para tener entretenido a su padre y así conseguir tiempo para escapar. Los estudiosos relacionan este hecho con el topónimo τομοι (verbo τεμνω, “cortar”) que como ustedes recordarán es el mismo lugar donde, por motivos que todavía hoy en día no están despejados y claros, Ovidio fue desterrado por Augusto, a orillas del Mar Negro.” Siempre es conveniente rizar un poco el rizo así pues podríamos recordar la explicación que se ofrece sobre el hidrónimo griego que tiene como referente el Mar Negro: Ποντοϲ ευξεινοϲ/ αξεινοϲ, “simplemente es el mar que admite bien a sus huéspedes”. La explicación sorprenderá, sin duda, a los alumnos. Se supone que los griegos llegaron a esta zona y recibieron el nombre del mar de los Iranios que lo denominaban “aseina”. Los helenos lo adaptaron y llegaron así a ευξεινοϲ. Lo sorprendente es que la palabra irania “aseina” sí significaba “negro”. Tras las interesantes explicaciones en espiral sería preciso, ahora sí, traducir durante al menos 10 minutos sin interrupción. Los alumnos cambiarán su semblante, estarán rígidos, es decir, fríos, hasta que comience la interesante explicación etimológica de alguna que otra palabra: la aparición del verbo χαρασσω podría llevarnos, por poner un ejemplo, a aludir a “exasperarse” o simplemente a χαραξ “estaca”. Entonces a algún alumno inteligente, uno un tanto pelota, o simplemente el típico curioso preguntón, le vendrá a la mente “Caraculum” y el profesor deberá relacionar al animal con las estacas. Otra variante podría ser señalar la proximidad o la total equivalencia entre las palabras próximo y prójimo. Algún aspecto teórico presente en el texto podría ser explicado con detenimiento llegados a este punto en el desarrollo de la clase. Como el texto a explicar versa sobre Medea sería factible la mítica teoría acerca de la κολχιδε, de χαλκοϲ y del pueblo de los χαλυβεϲ (pertenecen al mismo campo semántico, al “bronce”). Pero ya basta de etimologías, no hay que saturar: μηδέν αγαν “nada en exceso” diría el verdaderamente virtuoso. Una clase de traducción no podría completarse sin la alusión a un tópico literario. Como ejemplo podemos proponer el básico λογοv-εργον presente en la literatura griega, ¿quién sabe si con anterioridad a Homero? Por último tendríamos los diez minutos finales. Deben ser la cima de la clase. El profesor se transformará en el dios de los alumnos. Apoteosis. Se debe avanzar en el numero de versos en este punto ya que lo normal es que el ritmo de la clase sea mucho más pausado durante los primeros 40 minutos debido a las variadas actividades y explicaciones. Cuando la clase finaliza, cuando suena el timbre, sin dilación se procederá al cierre del sistema informático y electrónico. Mientras este se realiza llega el mejor momento. Las ironías, las críticas ácidas, los chistes (que cuando ya hay algo de confianza con los alumnos se deben intercalar en mitad de las clases, esto es elemental): cuando aparezca algo sobre algún banquete griego se hará alusión a los supuestos intelectuales que en ellos participaban y para defender estas reuniones (que muchos tildan de orgiásticas) podremos recordar “debéis recordar que estamos, todavía aquí, a años luz del botellón”.