viernes, 29 de agosto de 2008

Arte, esa palabra.

La conversación con mi abuela me marcó. No supe decirle qué era el arte. En el fondo es normal, hay quienes se preguntan muy en serio si el arte existe. Leyendo veo que lo estético es aquello que es motivo de placer o displacer. Aunque el arte no es sólo estética. Existen, o (tengo que decirlo) existían, según los teóricos, siete tipos de arte:
  1. Arte como choque.
  2. Arte como emoción.
  3. Arte como innovación.
  4. Arte como expresión.
  5. Arte como diversión.
  6. Arte como belleza.
  7. Arte como forma.

Sinceramente yo los agruparía en tres grupos principales. Choque iría pegado a innovación, ambos buscan en el fondo lo mismo; originalidad. Un ejemplo las Vanguardias del XX. Emoción, expresión y diversión conformarían el que yo llamaría bloque "del autor" (Impresionismos y Romanticones). Y belleza y forma serían el grupo más ligado a la estética (Neoplatónicos o esteticismo del XIX por ejemplo). Pero esto todo es casi un sueño. Todavía no estoy seguro de que el Arte tenga una esencia.

Reflexiones sobre la Odisea

El Mundo Antiguo nos ha dejado los nombres de unos ciento cincuenta autores griegos, mas, de gran parte de sus obras apenas nos quedan fragmentos, simples referencias de escritores posteriores, o citas en antologías. El desastre es inmenso e irremediable. De las ochenta y tres tragedias de Esquilo únicamente conservamos siete; tenemos otras siete de Sófocles, que dejó escritas ciento veintitrés. De Eurípides sólo tenemos diecinueve de las noventa y dos. Así pues, que conservemos la Ilíada y la Odisea parece un agradable y maravilloso milagro que la Humanidad debe agradecer a aquellos que han conseguido salvarlas. Pero quizás debamos preguntarnos; ¿Cómo sería el mundo si la Ilíada y la Odisea hubiesen desaparecido por completo? ¿Cuántas obras realmente magníficas habría entre aquellas que se han perdido? ¿Cambiaría alguna de estas obras nuestra opinión actual acerca de la literatura griega en general y, en particular, sobre la Ilíada y la Odisea?
La Ilíada termina justo cuando Héctor es incinerado dentro de la ciudad entre el llanto de todos sus compatriotas. Otras narraciones posteriores, griegas (Ciclo) y romanas, nos relatan la muerte de Aquiles, a quien Paris alcanzó de un flechazo en el talón, su único punto vulnerable. Pero lo importante para nosotros es que el fin de la guerra de Troya, según esas narraciones posteriores (y también según la Odisea), se produjo gracias a Odiseo, quien ingenió un magnífico truco: hizo que los troyanos creyesen que los aqueos habían abandonado el combate y que regresaban a su patria; pero dejó ante Troya un gran caballo de madera, donde él mismo se encontraba junto a más compañeros. Hacia el anochecer los troyanos, pensando que se trataba de un regalo de los dioses, lo introdujeron en la ciudad. Troya dormía tras grandes festejos por la supuesta huída de los aqueos. Odiseo y sus hombres salieron del caballo y abrieron las puertas de Ilión para que pudiese introducirse su ejército. Troya fue saqueada e incendiada. Murieron sus hombres y sus mujeres fueron repartidas entre los vencedores. Habían transcurrido diez años. Cuando los aqueos regresaron a sus ciudades (νοστοι), sólo uno de ellos, Odiseo, se perdió en la navegación de vuelta a su patria, a Ítaca. Navegó durante en diez años a lo largo del mediterráneo, en su particular guerra; Aquí, en este punto, comienza la Odisea. Si no conservásemos la Ilíada y la Odisea y tuviésemos que reconstruir su argumento, seguramente nuestro ficticio poema épico equivalente a la Odisea daría comienzo con el maravilloso episodio del “caballo de Odiseo”, del “caballo de Troya”, pues es la primera aventura ingeniosa de Odiseo.
El argumento de la Ilíada gira alrededor de una guerra y de un mundo de valores heroicos; la Odisea es la historia de un aventurero que incita criterios ya casi opuestos y enfrentados a los de los caballeros nobles que saquearon Troya, y por lo tanto, en cierto modo, también, a los suyos propios. Odiseo evoluciona en su carácter. No es casualidad, según nuestro parecer, que el primer poema le deba su título a la ciudad de Ilión y que nuestra segunda epopeya homérica lleve el nombre de su artificioso protagonista; Odiseo.
En la Odisea tenemos, por lo tanto, a un hombre, que en su largo viaje ha permanecido alejado de su hogar durante largo tiempo, por este motivo ha sido declarado muerto, y que, a su regreso, encuentra a su mujer, Penélope, acorralada por pretendientes. Éste, podríamos decir que es el primer tema de la Odisea; lo fundamental de la historia, su guión, su argumento. Después nos encontramos con un segundo bloque temático que lo conforman los relatos de marinos, que quizás vengan de muy atrás en el tiempo y que ya se conociesen en gran medida en época de hegemonía cretense en el Mediterráneo. Existen cuentos Egipcios que nos relatan la situación de un náufrago que llegará a una isla desierta, pero llena de cosas maravillosas. Muchos especialistas creen también que Simbad está emparentado con Odiseo, pero es un primo lejano, ya que nuestro Odiseo fue viajero a la fuerza y, en cambio, por su voluntad viajó Simbad.
La novela del viajero que regresa a su hogar se hallaba ya vinculada desde los comienzos al relato de aventuras que durante largo tiempo mantuvieron al viajero apartado de su hogar. En el entorno mediterráneo, tales aventuras debían ser aventuras marítimas y por lo tanto, el héroe de tales historias se desempeña el papel del viajero y marinero que regresa al hogar después de larga ausencia. Los dos bloques temáticos que acabamos de enlazar, de entrecruzar, se hallan lejos del mundo aristocrático y heroico de los protagonistas de la Ilíada. Sin embargo, a pesar de las diferencias, éstas no modifican el hecho de que la Iliada y la Odisea estén colosalmente relacionadas (Odiseo es protagonista en ambas, aunque cambie sustancialmente su carácter). Así pues, hay distinciones entre la Odisea y la Ilíada, sin que por ellas podamos hablar de una divergencia total y plena.
En el poema supuestamente posterior, la Odisea, es el hombre, el propio hombre, quien decide su proceder, quien es responsable de si mismo, de su destino. En el caso de los pretendientes y de los compañeros de Odiseo que sacrifican los bueyes de Helios, no estamos ante una obcecación impuesta por los dioses, sino que es propia de ellos mismos. El ser humano presente en la Odisea es más libre que el de la Ilíada, pero los dioses también los son e incluso se enfrentan al hombre directamente pretendiendo amonestarlo (Poseidón). En la epopeya el único elemento maravilloso y un tanto mágico, son las divinidades y su intervención, decisiva, en el desarrollo de la acción. Descienden a la tierra con suma frecuencia y adoptan figura humana, se mezclan con los humanos para dirigirlos. Pretenden comprobar si los hombres son virtuosos o no lo son. Este mundo de la Odisea es ideal y a la vez humano, en dos planos distintos que condicionan la trama. Las divinidades mitológicas intervienen de un modo decisivo en el desarrollo de los acontecimientos que acaecen en la tierra y en las acciones de los seres humanos. Si por un lado vamos siguiendo el curso del pensar y del actuar de los humanos, por el otro los sucesos y sus intenciones se supeditan a la suprema voluntad de los dioses, pese a que entre éstos haya desacuerdo y pugna. Se trata evidentemente, de una imposición que el poeta heredó del mito; pero se entrega a ella con agrado, porque contribuye a rodear toda la acción de un profundo sentido poético y de una reflexiva meditación sobre las limitaciones de los humanos. Otros pueblos no han tenido especial problema para ir concatenando una serie de aventuras más o menos peligrosas de las que los héroes salen victoriosos. Pero en la Odisea ocurre otra cosa más interesante, si cabe: “Homero” pasa por alto el Odiseo inicial, el de la Ilíada, el “primitivo”, que tenía una astucia y una violencia desmesuradas y nos presenta a uno mucho más ingenioso y sutil. El poeta lo hace evolucionar, transforma su interior. Podríamos decir que Odiseo madura. Los compañeros de Odiseo, por su parte, como hemos visto, van sucumbiendo muchas veces por su propia culpa. Se empieza a vislumbrar un itinerario que, junto a la épica de Hesíodo, nos llevará a tratar el tema de la δικη (la justicia) que pasará pronto al epicentro del pensamiento griego, algo que veremos reflejado tanto en la lírica arcaica como en la filosofía griega posterior. Los humanos todavía son títeres de los dioses pero Odiseo es consciente de que puede elegir, en parte, su destino si actúa convenientemente. Este mayor acercamiento a lo realmente humano, a la libertad y a lo justo, de la Odisea con respecto a la Ilíada es lo que nos llevado a la elección de esta obra para nuestro comentario. Seguramente si alguien leyese ambas obras en otra época, por ejemplo en la Edad Media, donde sus valores o sus ideas estaban más cercanos a los presentes en la Ilíada que a los que alberga la Odisea, centraría con mayor ímpetu sus ojos en la primera obra del vate, en la Ilíada. Sin embargo, por nuestra moderna facilidad para emprender viajes (voluntarios o forzosos) que tan a menudo realizamos, por nuestros ventajosos medios de comunicación que ahora, a nosotros, nos permiten hablar y ver a nuestros Telémacos y a nuestras Penélopes antes de veinte años, por nuestra supuesta libertad en pleno siglo XXI, y, del mismo modo, por la época de “escepticismo” y relativismo en la que nos hallamos, por la tenue pérdida de fe, de credenciales, en la que se encuentra “nuestra” religión, quizás tengan más vigencia, más presencia, los ideales que subyugan en la Odisea. En definitiva, esta segunda epopeya homérica se nos muestra más actual, con más presencia en nuestra sociedad. En la Odisea encontramos, en lugar de las grandiosas pasiones de los personajes y los trágicos destinos de la Ilíada, un gran número de personajes, de figuras con un formato más humano y menos hierático. Todos, absolutamente, tienen algo humano e incluso cordial; en sus palabras y actuaciones está presente el ethos. El trato entre seres humanos es sin duda mucho más civilizado, mucho más afectivo (recordemos que el número de mujeres presentes en la Odisea es mucho mayor que el de la Ilíada). Ejemplos de esta mayor humanidad los encontramos en el comportamiento de Nausícaa ante la imprevista aparición de Odiseo, desnudo; en la conducta de Telémaco con su huésped Mentes, en el palacio de Néstor y Menéalo; en la diligencia Alcínoo durante la acogida y la despedida de Odiseo; y en el encuentro de éste último con el porquerizo.
Si en la primera parte del poema, cuando Odiseo se halla lejos de su patria y de su mujer siente “morriña” o añoranza, no sólo en las situaciones de peligro sino también en otras que ofrecen una serie de ventajas sobre la vida que le aguardaría si regresara a Ítaca, en la segunda parte, a partir del momento en que el héroe arriba a las costas de Ítaca le invade un profundo anhelo de reencontrarse con la tierra y con sus seres queridos, es decir, avanza hacia una nueva sensibilidad: el deseo de venganza y de la vuelta al orden preestablecido. Pretende vengar el despotismo de los pretendientes. No pretendemos caer en simples dicotomías pero quizás deberíamos mencionar que justamente este comportamiento, es decir, el despotismo, la autoridad (que poseían la gran mayoría de los personajes de la Ilíada) lo encarnan en la Odisea, casi con exclusividad, los pretendientes de Penélope, aunque las formas de trato entre Telémaco y éstos, a pesar de su mutuo odio, gozan de un cierto respeto, de cierto decoro. La Odisea, en este sentido, es un poema tan humano, tan cercano a nuestro mundo, que incluso su protagonista pasa por un mendigo. Es evidente que este cambio de matiz del poeta se debe a que una nueva etapa está dando comienzo; las realidades que plasman ambas epopeyas divergen. La Ilíada hace referencia al mundo micénico plenamente, mientras que la Odisea parece estar contextualizada y definida en la época de las colonizaciones de los jonios y los viajes por el Mediterráneo. Pero a pesar de que la Odisea seguramente sea un poema elaborado (por su tono) más recientemente, tenemos que decir que quizás sea menos original que la Ilíada, en cuanto a argumento y a focalización de la acción. En la Ilíada tenemos un poeta que trata una historia conocida por todos como es la guerra de Troya desde un punto de vista concreto, es decir, aludiendo constantemente, teniendo en el centro de la historia la cólera de Aquiles. En nuestra segunda epopeya es posible que las aventuras de Odiseo no sean demasiado originales, en cuanto a temática se refiere, es decir, seguramente habría otras composiciones orales que tratasen del mismo modo el mismo motivo, pero lo que podemos atrevernos a establecer como novedoso es la estructura del poema. Nuestro poeta no es un compilador que ha unido varias piezas; es un “vate” dotado de gran fuerza y maestría en la narración que con toda probabilidad ha utilizado soporte escrito para la configuración de su epopeya. Podemos afirmar que en Grecia en épocas anteriores al supuesto Homero había gran tradición de una poesía oral que tiene como conclusión, como colofón (y no como inicio) la épica homérica. Haciendo una comparación podríamos decir que toda la poesía oral anterior es una especie de película, de la que no nos ha llegado más que una instantánea; los poemas homéricos. Esta instantánea seguramente se produjo (tal y como hoy la conocemos) gracias al apoyo de la escritura. Sería muy complicado establecer una estructura tan compleja sin ella. La pregunta sería la siguiente: ¿Cuando es realmente posible pasar la tradicional poesía oral a soporte escrito? Se ha aplicado la teoría de los analíticos a la Odisea y muchas veces tienden a menospreciar el valor de la estructura de este poema. Todo el debate se originó con la Telemaquia que se ha considerado un agregado. No vamos a tratar el problema que plantean los analíticos, sólo diremos que, sea como fuere, la composición de la Odisea, hoy en día nos parece, por lo menos, magistral. En el poema de Odiseo los sucesos no siguen un orden estrictamente cronológico. Por un lado coexisten y se simultanean acciones que transcurren en los mismos días pero en lugares distantes, como el regreso de Odiseo y su búsqueda por Telémaco; y por el otro el héroe narra sus anteriores aventuras ante la corte de Alción, cuando ya están a punto de llegar a su término. Gracias a este recurso los hechos son expuestos en primera persona por el propio Odiseo, lo que ensancha la vida del relato y su carácter íntimo y subjetivo. La acción de las navegaciones de Odiseo, pues, se inicia in medias res, procedimiento de organización del poema que imitará Virgilio y que seguirán un sinfín de narradores. Hemos observado recientemente con atención los tres libros que nos parecen fundamentales para examinar la figura del protagonista de la Odisea: las dos epopeyas homéricas y el Ulises de Joyce. Como ya hemos mencionado en el primero de los poemas se nos muestra un héroe primitivo, distinguido, caballeroso; un digno rey de Ítaca. En nuestro poema, la Odisea, estamos ante un sufrido y errabundo Odiseo que por sus desventuras tiene que ser necesariamente inteligente, perspicaz, astuto, artificioso, llegando casi a lo picaresco. Por último en la extensa obra de Joyce nos topamos con la antítesis de los anteriores Odiseas; se trata de una especie de cruel paradoja. El Odiseo de nuestro poema viaja durante 20 años antes de volver junto a la fiel Penélope. Joyce nos relata un día en la vida de Leopold Bloom, antes de volver con su infiel esposa Molly (cuyos placeres con el tenor de su grupo vocal aficionado conoceremos con minucioso detalle). A Odiseo le pasan grandes cosas; Bloom es la apoteosis del hombre mediocre. Ulises es grande entre los suyos. A Bloom se le desprecia, ya que es judío entre católicos irlandeses. Nos parece verdaderamente apasionante cómo puede llegar a evolucionar un mismo personaje; analizando el progreso interno de Odiseo en la propia Odisea y también, por su puesto, a lo largo de todas las obras, seguramente comprenderemos mejor a nuestro personaje en particular, y, gracias a sus características individuales podremos extraer una visión general del contexto en el que se desarrollan las diferentes obras. La Odisea influye en la “Literatura”, ésta en la sociedad. Por lo tanto, no podemos dejar de preguntarnos: ¿sería el mundo igual si hubiese desaparecido por completo la Odisea?

jueves, 28 de agosto de 2008

La retórica y mi abuela

Miércoles. Mediodía. Mi "gran madre" me preguntó qué significaba la palabra "arte" y la palabra"retórica" a propósito de una conversación que yo estaba manteníendo en un tono "coñero" con mi primo, quien además es mi vecino. Fui totalmente incapaz de contestar a su primera pregunta, evidentemente. Para definir arte in situ recurrí a hacer referencia a cuadros, pintores y esculturas. Para definir retórica le dije simplemente: "es el arte de convencer, abuela". Ella, como en una película antigua, con viejos prejuicios (tan graciosos hoy en día) me contestó: "diso sabemos bastante as mulleres (de eso sabemos bastante las mujeres)". A lo largo de la tarde y gracias al ridículo intelectual que había protagonizado mi orgullo o algo que no trato de dilucidar aquí me llevó a releer un libro "La retorica clásica y su tradición cristiana y secular desde la antiguedad hasta nuestros días" de George A. Kennedy. En había marcado ya hace casi un año, cuando lo leí, un pasaje que dice así:
La retórica entendida como técnica de persuasión es un fenómeno común a todas las culturas humanas, e incluso es posible encontrar también analogías en la comunicación animal. Toda comunicación implica retórica. Cualquiera que hable o escriba tiene algún tipo de propósito, y la retórica ciertamente da cuenta de las maneras de cumplir ese proósito, o intentar cumplirlo, dentro de una determinada cultura. Los griegos y los romanos pensaban que tal propósito era la persuasión, pero entendida como algo mucho más general de lo que la conciben las ciencias sociales modernas. Las intenciones de los hablantes son variadísimas y van desde convencer al auditorio de un punto de vista contrario al que mantenía previamente, o implantar una convicción o creencia que no hubiera sido considerada con anterioridad, hasta la enseñanza o la exposición, o el entretenimiento y la demostración de la habilidad del hablante. La persuasión se puede lograr de forma directa mediane la fuerza, la amenaza o el soborno, y se puede lograr de forma simbólica mediante el uso de signos, entre los cuales destacan como más importantes la palabra escrita o hablada y los gestos. Toda comunicación es retórica porque usa alguna técnica para influir en los pensamiento, las acciones o las emociones del público. Los procedimientos verbales más simples son el tono, el volumen y la repetición, como por ejemplo: socorro, Socorro, SOCORRO,. Las páginas blancas de la guía telefónica muestran un grado relativamente bajo de retórica. Su principal técnica retórica es el orden alfabético, que consigue el propósito de permitir que el lector encuentre un nombre determinado fácilmente y, con la excepción de destellos ocasionales de letra negrita, el autor no busca influir en el lector para que llame a un número y no a otro. Las páginas amarillas son, desde luego, más retóricas, al pretender producir un efecto sobre el público y usar la visualización de los productos y otras técnicas tipográficas para determinar una decisión. (...) Asimismo unicamente en Grecia, y por lo tanto en Europa occidental, la retórica se hallaba separada de la filosofía ética y política y conformaba una disciplina específica que llegó a incorporarse al sistema educativo.

martes, 26 de agosto de 2008

Billy Wilder y la censura

Así es como burlaba la censura un genio del cine: tenía su gracia la censura. Muy muy en el fondo la añoro un poco. Aunque de ésto ya dije algo hace tiempo...http://opinionesenpotencia.blogspot.com/2008/01/bacall-censura-imaginacin.html
"Teníamos que ser muy ingeniosos para burlar a la censura y esto nos obligaba a escribir con más sutileza. No estaba permitido que un personaje dijera ni siquiera una insignificante palabrota como cabrón o hijo de perra. Una vez, a Charlie Brackett y a mí se nos ocurrió este sustitutivo: "Si tuvieras madre, ella ladraría". No se podía ver en una película a un hombre follando con una mujer con la que no estaba casado. Ni siquiera se podía ver a una pareja en una cama al mismo tiempo. Por lo que se refería a la oficina Hays (la que se encargaba de aplicar el Código de Censura sobre las películas) todos los dormitorios del mundo tenían camas separadas. Así que el problema era cómo mostrar a ese hombre y a esa mujer haciendo el amor. Alguien lo resolvió con una parte en la que la criada hace la cama del hombre a la mañana siguiente y sobre la almohada encuentra una horquilla. Lubitsch era el genio de lo que yo llamo el truco de la horquilla en la almohada. Quiere mostrarte, digamos, a un hombre y una mujer que tienen una relación apasionada. Primero, una escena en la que se besan ardientemente la noche anterior. Después... fundido en negro, y a la mañana siguiente... los vemos desayunando. Ah, pero cómo sorben el café y cómo devoran las tostadas. No cabe duda de que han satisfecho otros apetitos. En aquel tiempo, la mantequilla se untaba en la tostada y no en el culo; pero había más erotismo en esa escena del desayuno que en todo El último tango en París (1.972). Lubitsch hacía caso omiso de si la censura era estricta o flexible. No recuerdo haber visto nunca un desnudo en una película suya, ni gente echando un polvo. Hoy en día vas a ver una película y ya hay un coito mientras aparece el título... ¡en el título de la película!. A Lubitsch nunca se le hubiera ocurrido hacer algo así. Su mente no funcionaba de esa manera. Te enseñaba lo justo para excitarte... Las películas de Lubitsch no eran censurables y, sin embargo, eran mucho más eróticas que las que se hacen ahora. A veces desearía que existiera la censura, porque se nos ha esfumado la diversión, el juego sagaz que manteníamos con ella".

viernes, 22 de agosto de 2008

El amigo de mi amiga

L'Ami de Mon Amie
Año 1987 Dura 98 min. El gran director es Éric Rohmer, Reparto: Emmanuelle Chaulet, Sophie Renoir, Anne-Laue Meury, Eric Viellard, François-Eric Gendron. Leí críticas de esta película, tras verla, que afirman que es superficial (de lo mismo que acusan a todo lo Rohmeriano) y dicen muchas que va de progre. No cabe duda de que estamos en los setenta y en Francia: un poco de progre tiene que ir (siempre hay alguien que tiene que pujar del carro que supone Europa). El cine de Rohmer no lo veo pretencioso, sino que lo veo sincero. De no ser así lo criticaría, y mucho, como a la mayor parte del "arte" modernillo del XX y XXI. Pero Rohmer me convence y no consigo encontrarle esa superficialidad. El cine francés tiene fama de parado, de más lento, y lo es. Pero hay que saber apreciarlo, hay que saber escuchar. Eso, el saber escuchar es lo que pretende Eric que hagamos con sus películas, que sólo tienen diálogos. Algunos de ellos entrañables. Lo acusan de que los diálogos de sus personajes no serían posibles en la realidad porque son muy cultos y trabajados. ¿Y eso importa? El cine no sólo tiene que reflejar a la vida real, si no no tendría ningún sentido: el cine, como el teatro y la literatura, sirve para mucho más. ¿Aceptamos la ciencia ficción y no aceptamos que unos personajes hablen en un registro culto? No tendría sentido. La historia es entretenida, y el guion no está mal. Paisajisticamente (otra clave en Rohmer) no es la más encantadora (es demasiado cerca de París), aunque arquitectonicamente "dicen" que puede ser interesante. Yo en ese terreno me pierdo. Gran detalle la conversación final entre las dos amigas y la coincidencia de colores (en diagonal) entre las parejas. Agudo, muy agudo, Rohmer.

jueves, 21 de agosto de 2008

Arsénico por Compasión

Creo que es de las primeras películas de Frank Capra que veo, y van unas cuantas, en las que la palabra "vivir" no aparece en el título. Se trata de una comedia protagonizada por dos viejecitas y un necesariamente histriónico Cary Grant. Parece un dibujo animado, pero es la propia película quien requiere tal interpretación. Lo grande del director, cómo utiliza la cámara: pero hasta yo, Frank pude notar que la película era, en esencia, una obra de teatro. Cary Grant, su hermano y sus tías conforman una familia un tanto peculiar. Mortimer Brewster es Cary Grant. Se va a casar pero su luna de miel se convierte en un calvario. Capra juega con que todo tiene un punto de partida simple, que hace pensar que vamos a ver una historia de amor entre un solterón recalcitrante, Mortimer, y Elaine (Priscilla Lane). Pero la historia se irá enredando cada vez más y más, en parte gracias a los personajes que incorporan paulatinamente; las dos tías de Mortimer, Abby (Josephine Hull) y Martha (Jean Aday); su siniestro hermano Jonathan (Raymond Massey) y su ayudante, el tan peculiar como siniestro dóctor Einstein (Peter Lorre), La trama se vuelve enrevesa hasta lo absurdo. Por el género no es la película que más me ha gustado de Capra, pero reconozco que nunca es facil hacer hablar o satirizar un tema como el de la eutanasia. Como todas las comedias, excepto alguna que otra de Chaplin (aunque esto es muy discutible) ha envejecido demasiado para que nos podamos reir a carcajada limpia, como los espectadores de la época (1944). Se dice que Capra aceptó este trabajo para dar de comer a su familia. ¿No os recuerda un poco Cary Gran al super originalismo y patán Jim Carrey? Y todo sin ayudas digitales. Me dejó con un sabor de boca muy raro esta película, pero me gustó, y no por compasión. ¿a qué sabrá el arsénico?

lunes, 18 de agosto de 2008

Final de Septiembre

Siempre me pasa lo mismo. Cuando viajo acabo echando de menos a los de siempre. Tiene mérito que escriba esto tras un día con reunión familiar: pero es que mi familia es divertida y genial, lo reconozco. Se percibe claramente que Jose Luis García Martín, el autor del poema que teneis abajo, ha viajado, y que comparte conmigo mis amigos y mi familia. Pero el poema, por momentos me parece una gran alegoría y me suena demasiado al fin de la vida y al comienzo de la muerte.
EL PASAJERO
A veces, raras veces, siento la fatiga
de una travesía demasiado larga.
Se me cierran los ojos, llego a puerto.
¡Tantos queridos rostros me sonríen!
Es de nuevo la casa de la infancia,
el patio, el río, mi madre que me llama,
el verano en París, el cuarto diminuto
donde por primera vez no estuve solo
y luego, por primera vez, estuve solo.
Cierro los ojos. En la sombra el mundo
y a una nueva luz todas las cosas
que alguna vez amé, que tuve y que perdí.
Todas me esperan al final de todo.
Están muy cerca ya. ¿No se divisa
la tierra firme tras de aquellas nubes?
Miro la lenta estela de mi vida,
incesante se borra frente a mí.
El pasado, el futuro, espuma blanca,
monótona escritura que no acierto
a descifrar. Sueño en llegar a casa,
en acabar un viaje demasiado largo,
sin ilusiones ya, con agua apenas.
Estoy listo, adiós, adiós, la maleta
rebosa de impaciencia y de regalos.
Sueño en los rostros que me aguardan
-otra vez juntos tras de tanto tiempo!-
allá, en el puerto, bajo tierra leve.
En Septiembre me voy a París. ¿Querré volver? No estoy seguro, pero me alegra tener muhcas razones para ello.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Pessoa ¿Siglo XXI ?

"Debe haber, en el más pequeño poema de un poeta, algo por lo que se noteque ha exixtido Homero. La novedad, en si misma, nada significa si no hay enella una relación con lo que le ha precedido. Ni, propiamente, hay novedad sinque hay esa relación. Sepamos distinguir lo nuevo de lo extraño, lo que,conociendo lo conocido, lo transforma y varía, y lo que aparece por fuera sinconocimiento de nada".

Qué bien le vendría, creo yo, a nuestro siglo y a "nuestro" arte un señor como este escribiendo las cosas que escribe.

Mi cosmología

Yo también soy dualista. El mundo se divide entre los que cuando digo qué estudio me preguntan qué es, y en los que no.
Una variante son los que lo saben y por ello me preguntan si tengo compañeros.

martes, 12 de agosto de 2008

Jose Luís García Martín. Poesías.

INTERMEDIO SENTIMENTAL
Has llegado a mi vida
sin avisar, sin llamar a la puerta,
con tus botas gastadas,
con tu sonrisa herida,
y has derribado de un soplo
la muralla de tinta y de papel
que protegía mi mundo.
¡Era tan grata tanta soledad!
Pronto te irás. Adiós, adiós.
¿Qué me dejarás cuando te vayas?
¿Sólo dolor mientras se desvanece
ese olor a infancia y paraíso
que has traído contigo?Mi corazón,
hotel de pocas noches.
Te acaricio y sonrío.
Ya sé que estás de paso.
Que te dejas querer
un poco por piedad,
por gratitud,
que abandonas tu cuerpo
como un dócil juguete
mientras que tú te ausentas,
cierras los ojos,
piensas en quienes has amado
,en quien secretamente deseas,
nunca en mí.
Pero estás en mis brazos,
no en los suyos.
Ya sé que vivo de prestado,
nunca pude vivir de otra manera.
Cuando te hago reír,
cuando distraído sonríes,
cuando me veo reflejado en tus ojos
(también cuando muy lejos y a mi lado
pareces ser feliz)
,el mundo se detiene
y baila sobre un pie.
De "Mudanza"

lunes, 11 de agosto de 2008

Trapos sucios de "escritor"

Me hizo gracia encontrarme este texto fuchicando hoy en el ordenador. Escribí un relato hace unos meses (http://opinionesenpotencia.blogspot.com/2008/03/un-relato-mo-sinistra.html) y este texto lo pensaba colocar al comienzo, como explicación. Todavía no estaba, entonces, muy seguro de la trama de mi relato y decidí suprimirlo. Creo que hice bien. Demasiado fantástico si cabe y mi relato perdería ademas toda incertidumbre:

"Si no recuerdo mal había un griego que afirmaba que los seres humanos estamos compuestos, aunque no se si todavía debo incluirme dentro de la humanidad, de dos elementos: el cuerpo y el alma. Créanme, tenía razón; y mi argumento no es un argumento a priori; el mío parte de mi propia experiencia. Estoy muerto. Sí, muerto. Y se preguntarán: ¿y cómo está escribiendo este relato? ¿Su alma ha escapado de su antiguo cuerpo y ahora ocupa el de un banquero? ¿En realidad tenían razón los creadores de Gosht y las almas pululan por la tierra hasta que realizan su justo cometido? Sepan que no. Ni estoy escribiendo, ya que los muertos hemos llegado al sueño de la ciencia (la producción por el simple pensamiento), ni soy el alma de un banquero (pues bien es sabido que los banqueros no tienen alma),ni soy una especie de manitas que lo arregla todo con afán de llegar a una especie de Superman. Simplemente, como comprenderán, no tengo demasiados entretenimientos y por lo tanto intento dar vida a mi nicho, que irónico ¿verdad?, recordando determinados pasajes de mi existencia. Al revivir (de verdad, ni que eligiese las palabras) algunas de mis historias deben saber que me entristezco, pues, no tengo la conciencia tranquila; ya que lo que la gente suele comentar por el mundo de los que ya no vivimos es que quien tiene la conciencia tranquila, se lo debe a su mala memoria.
Supongo que a estas alturas de mis pensamientos estarán deseando conocer mi historia, pero de hecho, van a tener que esperar porque en el fondo ustedes saben que lo que desean es indagar, preguntarse un mínimo, sobre la vida en las profundidades: en definitiva, quieren saber cómo es estar en un cajón (aunque dicho de este modo parezcamos tenedores y no humanos). Les voy a resolver el enigma con un par de sentencias, puesto que si no lo hiciese, atenderían a mi historia probablemente condicionados por su subconsciente, quien estaría intentando sustraer algo de mis pensamientos sobre detalles o sobre la forma de vida (sin comentarios) de los muertos. Lo único que he aprendido tras perecer, y ya se que suena a tópico, es que todos somos únicos, pero iguales, idénticos, tan caducos como los demás. Las diferencias de nuestras vidas, no se reflejan en el interior de nuestros féretros, para desgracia de algunos faraones Egipcios. En definitiva, la muerte es como estar en duermevela en tu cama pero sin posibilidad alguna de caer realmente dormido y levantarte en mitad de la noche para ir al baño. Por una parte espero que no se hayan creído que con un par de juicios fuese a resolver un misterio para la humanidad que viene de lejos; mi intención es poder ayudarles y prevenirles con los complejos sucesos que zanjaron mi existencia".
Cada vez que lo leo me gusta menos. De vez en cuando, muy de vez en cuando, hay que ser duro con uno mismo.

Conversaciones con mi jardinero

Dialogue avec mon jardinier
Tengo que practicar el francés que en Septiembre me voy a Paguí.
AÑO 2007 DURACIÓN 109 min
Cuando se es niño entre dos amigos nunca hay falsedad o hipocresía. Detalle importante. Esta película de Jean Becker me llenó. Se me ocurren varias razones. ¿Quizás porque venía de un entierro cuando la vi? ¿Quizás porque me siento un poco identificado con ambos protagonistas (un poco de cada uno)? ¿Quizás porque estaba manteniendo también una conversación paralela? En realidad esto da lo mismo, sobre todo a vosotros. Pero Jean Becker, el director y los dos protagonistas, Daniel Auteuil y Jean Pierre Darroussin, me llenaron. El guión está basado en la novela autobiográfica de Henri Cueco. Aunque para la adaptación a la gran pantalla, Becker ha desarrollado mucho más el personaje del pintor. Hay que buscar en el pasado y en los origenes para encontrarse a uno mismo. Es de estas películas que la gente llama lentas por tener diálogos de más de dos minutos. Es comprensible que las llamen lentas cuando ellos no son capaces de mantener una conversación durante este tiempo. ¿Por qué no nos paramos a ver las cosas y no aprendemos a disfrutar de lo que nos rodea con tranquilidad? La vida de dos seres humanos que se encuentran de nuevo, y de imprevisto, y sin querer, de casualidad. Porque hay casualidades que existen: un jardinero ejemplar y un pintor mejor aun. La conversación con el fotógrafo me encantó. Vaya crítica despiadada a los señoritos de las galerías de "arte" contemporaneo. Cuando acabó la escena, la volví a ver y me di cuenta de que además de una opinión diferente del arte (entre el fotógrafo gilipollas y el pintor) también había celos, por la rubia, de por medio: pero aun así no conseguí limpiarme toda la baba que me caía. Otras escena graciosa: el funeral de "Pelo en el" o el detalle de "Del pincel" y "del jardín". Es de las películas más humanas y sencillas que he visto. ¿Una pequeña pega que Becker soluciona a base de diálogos poría ser el guión? ¿Quizás un guión con algo más de curvas?. Pero esto no es ni mucho menos lo importante de la película, no es relevante, no. Una película que es dura pero simpática, sencilla y profunda a la vez y que te hace reír pero, a pesar de todo, nunca llorar. Describe al ser humano por los cuatro costados, eso me gusta. Apuesto a que al final cuando "Del jardín" está recostado en los guisantes suena el requiem de Mozart. Por poner otra pega a esta obra de arte: añoro una obra de Bach. Grande el paisaje de la Campaigne Francesa y la utidlización del huerto y del jardín para dotar de sencillez al film. Como siempre la pelíucula tiene grandes dosis del mejor remedio para dos almas casi en pena: la simple y llana filosofía; el pensar y hablar para vivir mejor.
http://www.filmaffinity.com/es/review/41424858.html Aquí va un enlace que no opina lo mismo que yo. Qué importante es la educación.

viernes, 8 de agosto de 2008

La ética platónica

En la visión dualista del hombre que tiene el gran escritor Platón, me refiero a que diferencia entre alma y cuerpo, también el alma, a su vez, se encuentra escincida. Este hecho lo vemos en el mito del Carro Alado: es el auriga, es decir, lo más perfecto del alma y lo inmaterial, que modera a dos caballos. Uno blanco, para las tendencias más irascibles, y uno negro, para las más bajas pasiones, así como para otros fenómenos como el apetito. ¿Podríamos relacionar esto con lo que en otros pasajes identifica Platón como las tres partes del alma? Segun la terminología de Tomás de Aquino o Santo Tomás la intelectual (λογιστικον), la irascible, (θυμοειδεσ), y la concupiscible (επιθυμητικον). Para el gran Platón el alma vivía en un sitio celeste donde observaba, o quizás debería decir, "contemplaba" (no tengo muy claro el matiz) las ideas antes de bajar a este nuestro mundo mediante un cuerpo concreto. Unida a éste sigue siendo una esencia invisible e inmaterial, asi como espiritual y supraterena. ¿Es el hombre, para Platón, un alma que se ve obligada, por su falta, a habitar en un cuerpo. El ideal será la vuelta al mundo anteriror, pero sin el lastre del cuerpo. (sólo lo consiguen los filósofos, creo). Por este motivo, tras la muerte algunos que no se han desprendido del apego a lo terreno tendrán qu ecaer en la rueda eterna (o no?) de la metempsicosis, previa al mundo feliz en el más allá que corresponderá sólo a los que por medio de la filosofía han conseguido superar ese estado de sometimiento al cuerpo. Qué bonito es Platón. Y sobre todo, ¡cómo se explica! Platón, por su puesto, demuestra y prueba la inmortalidad del alma (dentro de su teoría): En primer lugar dice que tiene conocimientos no adquiridos, que obtuvo antes de esta vida ( pero ¿vida antes de esta vida significa inmortalidad o simplemente preexistencia? me pregunto yo). Después dice que el alma es cual las ideas. Pero las ideas son simples: lo simple no puede corromperse ya que la corrupción implica partes, entonces el alma no se corrompe y es por tanto inmortal. Finalmente para Platón el alma se mueve por sí misma. Y algo que se mueve por sí mismo es eterno, inmortal. Si quereis el Fedón o el Fedró (donde trata estos temas el discipulo de Sócrates) acudiz a alianza, a un tal Luis Gil.

jueves, 7 de agosto de 2008

Conversaciones pseudointelectuales I

Que nadie se atreva a criticar a veinteñeros que emplean el msn para conversar a partir de ahora. Y yo que pensaba que el messenger este sólo servía para ahorrar en teléfono... en fin...:
"¿vale, pues y si te digo ke sino es por la poética de aristoteles, probablemente, hoy en día no podríamos disfrutar del cine tal y como es?
no m acaba d convencer dl to
es en serio nos lo explico un profe de primero
ke nos daba arte y filosofía
aristóteles es el gran compilador y el que recoge lo que siembran otros de la antiguedad
en su poetica" que conoceras gracias tus conocimientos en Teoría de la lit. Explica las partes y funciones de la tragedia detalladamentey gracias a eso grandes directores, hablo de los grandes como Hichtcock Bogart... Huston... o Quentin tuvieron un esquema y unos parametros que seguir. (me tiré)
Hay mucha gente ke relaciona la historia del cine con la historia de la tragedia griega
lo d aristotels sabia lo d compilar y tal cual sí pro no tnia ni idea d esa relacion con el cine sisi
yo creo ke si pones aristoteles y cine en google seguro ke te sale algun articulo o alo
aun asi supongo q ni guionistas ni directores necesitan d un esqema d la tragedia griega pa sus obras, no se,m suena raro.....
el cine no surge asi pq asi y las pelis no solian tener tres partes por azar (ni lo del final felíz es fortuíto, o lo del villano) eso viene de lejos de la literatura
sq al principio surge el cine mudo........ en peqeñas escenas
y no se....no veo la relacion
aver claro y el primer libro no fue una novela
a ver.....t reto a convencerm
pero al evolucionar evoluciona con respecto a algo entiendes?
el primer avion no fue un f16
vale....pero eso no corrobora na......
no te parece sospechoso ke se combine dialogos , narrador, (el mismo numero de personajes) el mismo numero de partes (y a veces de actos que son las escenas de hoy en día?
el cine sigue al teatro y a la literatura, para eso es más tardío. ¿Cuantas pelis se basan en novelas? y al fin y al cabo ¿qué es un guión sino literatura?y el teatro depende (totaltmente) de aristoteles
vale m pierdo,el mismo numero d personajes y partes??
(...)
pq crees ke se parecen tanto?
el teatro es cine sin tecnología!
pq las dos son formas q s basan en actuar!!por eso s parecen
pro eso no qero dcir q una tenga q surgir d la otra.........
vale entonces el futbol y el futbito (vease el lenguaje futbolístico)
ke son deportes en los ke se pega con el pie a la pelota
no tienen nada ke ver y no dependen el uno del otro en gran medida=?
aver como sales de esa?
stas comparando dos cosas distintas totalmente.....q se cumpla en el caso del futbol no implica q tnga q pasar lo mismo con cine y teatro
falaciaaaaaaaaaaa
boh espera si de mi no te lo crees te lo busco
vale,t sigo en parte,entendo q pueden tenr cierta relacion pro anq jamas hubiera existido el teatro,el cine podria aber surgido igual
igual no creotodo tiene su curso
lo q si pudo pasar sq al existir el teatro d antemano el cine s aprovexara
claro ten por seguro ke seria diferente
espera ke te escribo lo ke dice Gubern
si no me fio d ti q conozco....m voi fiar d un guben?? : P
"Es un cine que hereda e incorpora las más viejas y estables fórmulas de la literatura y de la mitología, que de Oriente saltaron a la europa cristiana para acabar asentándose en Hollywood"
Gubern es un grande de la historia del cine a nivel europeo...
yo lo soy a nivel... budiñes.fiate de el
dice "es un cine" como si ablara d q ay muxos tipos d cine.....a lo mjor s refiere a q determinadas pelis tiene una cierta relacion
"Los primeros mercaderes del cine habían descubierto en temprana hora que el tropismo de las masas era particularmente sensible al estímulo del sexo. El descubrimiento no era, ciertament muy original. Esixte toda una tradición artística y literaria que lo ha conjugado con exito.
(...)
si......q dices sino del gran dictador d xaplin??
pero como explicas "titanic" a partir del cine mudo????????''
pero eske chaplin no va acorde con su tiempo es un anacronismo del cine
ya pero fue el q hizo evolucionar el cine en ese aspecto
con eisestein ya a principios del 20?
y mientras en otross laos había cine mudo...
ya se hacía peliculas mas al estilo "de ahora"los 30 y cuarenta están plagadisimos de cine negro
(...)
acepto q fuera asi!! pero sigo pensando q el cine s abria desarrollao igual sin na d eso
tiooo....q saqe un 4 en aristoteles........s normal q le tenga certa tirriaaaaa

jaja
mira... el cine aparecería pero si no existiese la tragedia nuestras pelíuclas igual tenían cinco partes en vez de tres
aver empezado por ahí"

Y sigue, seguimos y seguiremos. Está genial esto de hablar.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Relación Dios-Mundo

He observado, grosso modo, en los griegos cuatro formas diferentes de entender la relación entre la divinidad (llámesele dios o dioses o Dios) y el mundo. Tenemos primero un "panteismo" en Parménides con su ειναι= νοειν . Después nos encontramos con materialismos (donde está la imperfección) de Heráclito y Anaximandro. Tenemos la separación Dios/mundo hecha por Aristóteles (y también por Platón, claro) donde Dios es perfecto y el Mundo imperfecto, y donde mediante la teleología, el mundo, en cierto modo, aspira a ser Dios (la divinidad sería como un imán que atrae al mundo). En cuarto lugar nos encontramos con Demócrito quien renuncia a la divinidad y dice que los átomos que forman el mundo simplemente revotan y se mueven. Por último llegará el cristianismo afirmando que es Dios quien crea el mundo. No deja de sorprenderme esto: qué idea tan bonita y qué cambio de actitud.

Epistemólogos optimistas

De los pensadores de la filosofía griega temprana (etiqueta más adecuada para algunos a la hora de referirse a los Presocráticos) no tenemos datos demasiado fiables para saber si hicieron alguna aportación digna de estudio a la teoría del conocimiento: en sus creencias, (con todo lo que implíca esta palabra) podemos observar que parten de la idea de que es posible el conocimiento, que el origen y los principios de la naturaleza están abiertos a nuestras mentes; las humanas. Creen que podemos descubrir en la realidad un αρχη, es decir, un principio no evidente directamente. Se habó durante mucho tiempo de un optimismo epistemológico en su perspectiva teórica, que comparten gran parte de los filósofos presocráticos. Ellos tienen la llave de la verdad la transmiten al resto de los hombres (ahora también está más de moda recurrir al neutro humanidad) que están sumergidos en la ignorancia. Si hiciésemos una escala serían el escalón siguiente a los adivinos. Por ejemplo; Jenófanes y Heráclito quizá se atribuían un conocimiento privilegiado de la divinidad similar al que denotan coetáneos suyos, en especial Parménides o Empédocles, revestidos, ambos de un aura de superioridad, esto es, de un conocimiento recibido mediante comunicación privilegiada con los dioses. Eran Vips. También estaría aquí Pitágoras, quien crea una escuela en la que él transmite verdades ignoradas por la masa. Después vienen los sofístas y lo parodian y lo relativizan todo. Pero relativizan en relación, en torno a lo dado por los presocráticos. Que grandes y necesarios fueron para la humanidad los pasos al vacio de los presocráticos. Apliquemos esto al siglo XX.
Esto lo escribe un posmoderno; o eso dicen.