lunes, 11 de agosto de 2008

Trapos sucios de "escritor"

Me hizo gracia encontrarme este texto fuchicando hoy en el ordenador. Escribí un relato hace unos meses (http://opinionesenpotencia.blogspot.com/2008/03/un-relato-mo-sinistra.html) y este texto lo pensaba colocar al comienzo, como explicación. Todavía no estaba, entonces, muy seguro de la trama de mi relato y decidí suprimirlo. Creo que hice bien. Demasiado fantástico si cabe y mi relato perdería ademas toda incertidumbre:

"Si no recuerdo mal había un griego que afirmaba que los seres humanos estamos compuestos, aunque no se si todavía debo incluirme dentro de la humanidad, de dos elementos: el cuerpo y el alma. Créanme, tenía razón; y mi argumento no es un argumento a priori; el mío parte de mi propia experiencia. Estoy muerto. Sí, muerto. Y se preguntarán: ¿y cómo está escribiendo este relato? ¿Su alma ha escapado de su antiguo cuerpo y ahora ocupa el de un banquero? ¿En realidad tenían razón los creadores de Gosht y las almas pululan por la tierra hasta que realizan su justo cometido? Sepan que no. Ni estoy escribiendo, ya que los muertos hemos llegado al sueño de la ciencia (la producción por el simple pensamiento), ni soy el alma de un banquero (pues bien es sabido que los banqueros no tienen alma),ni soy una especie de manitas que lo arregla todo con afán de llegar a una especie de Superman. Simplemente, como comprenderán, no tengo demasiados entretenimientos y por lo tanto intento dar vida a mi nicho, que irónico ¿verdad?, recordando determinados pasajes de mi existencia. Al revivir (de verdad, ni que eligiese las palabras) algunas de mis historias deben saber que me entristezco, pues, no tengo la conciencia tranquila; ya que lo que la gente suele comentar por el mundo de los que ya no vivimos es que quien tiene la conciencia tranquila, se lo debe a su mala memoria.
Supongo que a estas alturas de mis pensamientos estarán deseando conocer mi historia, pero de hecho, van a tener que esperar porque en el fondo ustedes saben que lo que desean es indagar, preguntarse un mínimo, sobre la vida en las profundidades: en definitiva, quieren saber cómo es estar en un cajón (aunque dicho de este modo parezcamos tenedores y no humanos). Les voy a resolver el enigma con un par de sentencias, puesto que si no lo hiciese, atenderían a mi historia probablemente condicionados por su subconsciente, quien estaría intentando sustraer algo de mis pensamientos sobre detalles o sobre la forma de vida (sin comentarios) de los muertos. Lo único que he aprendido tras perecer, y ya se que suena a tópico, es que todos somos únicos, pero iguales, idénticos, tan caducos como los demás. Las diferencias de nuestras vidas, no se reflejan en el interior de nuestros féretros, para desgracia de algunos faraones Egipcios. En definitiva, la muerte es como estar en duermevela en tu cama pero sin posibilidad alguna de caer realmente dormido y levantarte en mitad de la noche para ir al baño. Por una parte espero que no se hayan creído que con un par de juicios fuese a resolver un misterio para la humanidad que viene de lejos; mi intención es poder ayudarles y prevenirles con los complejos sucesos que zanjaron mi existencia".
Cada vez que lo leo me gusta menos. De vez en cuando, muy de vez en cuando, hay que ser duro con uno mismo.

2 comentarios:

Osore dijo...

Pues a mí me gusta mucho, no veo el problema, buen hombre. No seas tan duro contigo, que si te metes contigo mismo te las tendrás que ver conmigo.

¡Saludos!

Ó dijo...

El problema es que el tono era diferente al resto del relato. Pero tranquila osore, tu no digas nada pero era falsa modestia. Besos