Lunes. Primera hora. Las noticias eran relativamente buenas: el ilustre profesor especialista en nombres de ríos, al que le gusta mucho pescar, tras reiteradas disculpas y explicaciones (muy convincentes) nos pidió piedad, que no tuviésemos clase mañana y pasado. Accedimos como personas amables. Se añadió por ambas partes que recuperaríamos las clases. De hecho, tal es el ansia por traducir Medea que propusimos que una de las horas se recuperase de 11 a 12 ese mismo lunes. El pescador nos indicó en qué clase y allí nos encontramos a la hora establecida. Entró en clase, se paró observando el horario en el que los profesores tienen que firmar. Pretendía llamar nuestra atención y lo consiguió. No es difícil, sólo éramos cuatro en clase. Lo miramos con atención y nos explicó: "En este texto (el horario de los profesores) hay un recurso estilístico, una anticipatio, una prolepsis; el profesor que tiene que impartir la clase de las 14:00 ya ha firmado como si lo hubiera hecho"... Nos reimos, pero apenas tuvimos tiempo de asimilarlo antes de que comenzase una preciosa explicación sobre el intelectualismo moral socrático: en los versos 1078-1080 de la obra de Eurípides observamos cierto antisocratismo. Medea dice: "καί μανθάνω μὲν οἷα δρᾶν μέλλο κακά/θυμός δέ κρείσσων τῶν εμῶν βουλευμάτων...". "Sí, conozco los crímentes que voy a realizar, pero mi pasión es más poderosa que mis reflexiones"... Se observa una crítica hacia el intelectualismo moral de Sócrates: "ὀυδείς ἑκών αμαρτάνει": "nadie yerra voluntariamente" sino por ignorancia (y yo siempre me acuerdo del pueblo Nazi). También recupera este pensamiento San Agustín con su "nemo peccat sua sponte" que no necesita traducción. En cambio Ovidio hace que de nuevo Medea, en sus Metamorfosis reaccione contra el: "video meliora proboque, sed deteriora sequor": "veo lo mejor y lo apruebo, pero sigo lo peor"...
lunes, 3 de mayo de 2010
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