La Política
En época de Homero y Hesíodo no podemos afirmar que existiese teorización, en sentido estricto, sobre política, pero sí podemos entrever qué era lo que pensaban y cuál era su situación a partir de sus textos.
En Homero vemos una situación política con autoridad divina, es decir, los reyes proceden de la estirpe de los dioses (Zeus) y esto se demuestra al observar que los dioses participan, se inmiscuyen, en las acciones de los reyes, sobre todo, mediante adivinos. Hesíodo, por su parte, desarrolla la genealogía divina hasta llegar a Zeus, quien está en contacto con divinidades como la justicia, la buena ley y la paz. En la lírica arcaica tenemos a Alceo, quien destaca tanto por su ideal aristocrático como por su clasismo; a Teognis que opone a los agaqos, esqlos frente a los kakoi deiloi que componen la masa; y a Solón quien, en cambio, trata y valora la dikh y afirma que ésta nos llevaría a todos a la eunomia.
Los sofistas son los primeros en teorizar sobre política. Calicles y Trasímaco llegan a conclusiones totalmente opuestas (perteneciendo al mismo movimiento) y por lo tanto revelándonos la heterogeneidad y el relativismo de los sofistas. El uno defiende que las leyes favorecen a los más débiles el otro a los más fuertes. Sócrates no participa en política (sus seguidores lo imitarán). Para él lo importante, lo valioso es la areth personal. No valora ni el prestigio ni el poder. Defiende que la política solo la deberían alcanzar unos pocos; los mejores, para dirigir bien al resto. Rechaza teóricamente la democracia y la aristocracia; ¿Defendería Sócrates algo paralelo a la oligarquía?
Platón, tras su maestro, teoriza sobre política en su obra La República. Su propósito es definir la justicia, pero, antes se dice que como todo se ve mejor en grande que en pequeño es preferible averiguar qué es lo que hace que un Estado sea justo a qué es lo que hace que un individuo lo sea. Pretende dividir en tres clases la sociedad; formar una especie de Estado comunista (feminista, eso sí) donde, por ejemplo los niños serán cuidados por el Estado. Los máximos mandatarios serían filósofos en un sentido completo. Su sistema se semejaría, entonces, al de los espartanos. ¿Quizás también al nazismo del siglo XX? Platón es muy radical en muchos aspectos; expulsaría los poetas de su ciudad y daría suma importancia, en cambio, a la educación física. Con la teoría política de Aristóteles, sin embargo, cobra mucha importancia la familia, pero no en detrimento de la ciudad, ya que el estagirita concibe a la ciudad como límite máximo de agrupación humana. Para Aristóteles los ciudadanos padres de familia podrán ostentar cargos públicos sin perder sus propiedades (como pretendía Platón). Es más moderado y propone un sistema en el que gobierne una clase media. Sigue, en cambio otorgando poca importancia a la libertad personal y alberga todavía planteamientos clasistas y racistas. Los Epicúreos tienen como ideal de vida vivir ocultos y por ello no necesitan la ciudad. Pretenden una especie de sociedad con un sentimiento común de empatía y de seguridad. Los Estoicos tienen el deber (según su destino, claro) de participar en política. En su sociedad ideal se valoraría mucho la amistad. Afirman que el ser libre o esclavo es cuestión de una determinada actitud de vida de acuerdo o en contra de la razón. Por último, el movimiento de los cínicos propone únicamente la libertad sexual, rechazando toda institución por su individualidad exacerbada.
En época de Homero y Hesíodo no podemos afirmar que existiese teorización, en sentido estricto, sobre política, pero sí podemos entrever qué era lo que pensaban y cuál era su situación a partir de sus textos.
En Homero vemos una situación política con autoridad divina, es decir, los reyes proceden de la estirpe de los dioses (Zeus) y esto se demuestra al observar que los dioses participan, se inmiscuyen, en las acciones de los reyes, sobre todo, mediante adivinos. Hesíodo, por su parte, desarrolla la genealogía divina hasta llegar a Zeus, quien está en contacto con divinidades como la justicia, la buena ley y la paz. En la lírica arcaica tenemos a Alceo, quien destaca tanto por su ideal aristocrático como por su clasismo; a Teognis que opone a los agaqos, esqlos frente a los kakoi deiloi que componen la masa; y a Solón quien, en cambio, trata y valora la dikh y afirma que ésta nos llevaría a todos a la eunomia.
Los sofistas son los primeros en teorizar sobre política. Calicles y Trasímaco llegan a conclusiones totalmente opuestas (perteneciendo al mismo movimiento) y por lo tanto revelándonos la heterogeneidad y el relativismo de los sofistas. El uno defiende que las leyes favorecen a los más débiles el otro a los más fuertes. Sócrates no participa en política (sus seguidores lo imitarán). Para él lo importante, lo valioso es la areth personal. No valora ni el prestigio ni el poder. Defiende que la política solo la deberían alcanzar unos pocos; los mejores, para dirigir bien al resto. Rechaza teóricamente la democracia y la aristocracia; ¿Defendería Sócrates algo paralelo a la oligarquía?
Platón, tras su maestro, teoriza sobre política en su obra La República. Su propósito es definir la justicia, pero, antes se dice que como todo se ve mejor en grande que en pequeño es preferible averiguar qué es lo que hace que un Estado sea justo a qué es lo que hace que un individuo lo sea. Pretende dividir en tres clases la sociedad; formar una especie de Estado comunista (feminista, eso sí) donde, por ejemplo los niños serán cuidados por el Estado. Los máximos mandatarios serían filósofos en un sentido completo. Su sistema se semejaría, entonces, al de los espartanos. ¿Quizás también al nazismo del siglo XX? Platón es muy radical en muchos aspectos; expulsaría los poetas de su ciudad y daría suma importancia, en cambio, a la educación física. Con la teoría política de Aristóteles, sin embargo, cobra mucha importancia la familia, pero no en detrimento de la ciudad, ya que el estagirita concibe a la ciudad como límite máximo de agrupación humana. Para Aristóteles los ciudadanos padres de familia podrán ostentar cargos públicos sin perder sus propiedades (como pretendía Platón). Es más moderado y propone un sistema en el que gobierne una clase media. Sigue, en cambio otorgando poca importancia a la libertad personal y alberga todavía planteamientos clasistas y racistas. Los Epicúreos tienen como ideal de vida vivir ocultos y por ello no necesitan la ciudad. Pretenden una especie de sociedad con un sentimiento común de empatía y de seguridad. Los Estoicos tienen el deber (según su destino, claro) de participar en política. En su sociedad ideal se valoraría mucho la amistad. Afirman que el ser libre o esclavo es cuestión de una determinada actitud de vida de acuerdo o en contra de la razón. Por último, el movimiento de los cínicos propone únicamente la libertad sexual, rechazando toda institución por su individualidad exacerbada.
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