miércoles, 29 de julio de 2009

Parte en dos


En la ciudad estadounidense de Nashville, estado de Tenessee, existe una reproducción del Partenón a escala real, es decir, del mismo tamaño que el original. Contiene, asimismo, el edificio, la estatua colosal de Atenea. Las obras comenzaron a principios del siglo XX, en 1920 y se basaron en los restos conservados y en los dibujos que realizó Jacques Carrey antes de la explosión de 1687, aunque evidentemente también se tuvieron en cuenta las esculturas del templo conservadas en Londres, que espero contemplar este septiembre en la capital inglesa (cuando estuve en el Louvre buena parte de la Grecia Clásica estaba cerrada por reformas). La réplica se inauguró en 1931, tras diez años de obras, como el de Atenas. En él se exponen las obras de arte de James A.Cowan, un coleccionista de Chicago que, entusiasmado con la idea de una réplica permanente del Partenón, legó su fondo a la ciudad. Al igual que el original, el edificio está orientado al este, lo que permite un juego de luces y sombras parecido. Pero la diferencia básica son los materiales. El de Atenas es de mármol blanco, mientras que el americano es de Hormigón Armado. Hasta que punto pueden ser bestias los americanos. También tiene partes de ladrillo y piedra. El acabado, teñido con arena ocre procedente del río Potomac, le da un tono claro en sintonía con la idea de la Grecia blanca y apolínea que promovieron los filósofos de la estética alemanes del siglo XIX, cuando todavía no se sabía que los templos y las esculturas estaban policromados, pintados, con vivos y relucientes colores. Y seguro que se defienden ahora los americanos: “en el hormigón armado seguro que se colorea mejor”.

1 comentario:

Eos dijo...

Es una auténtica barbaridad. Y después dicen que no les interesa la historia europea