Sigo viendo películas sobre la justicia. La primera trata la justicia como institución y a la vez lo moral y lo inmoral. Una película que formará al cine negro. Se ve un Bogart muy joven pero igual de duro que siempre. Se trata la pena de muerte en la película, pero me sorprendió que no se tome partida por una postura en contra o por una favorable abiertamente. El guionista es sutil, hace guiños, pero no se revela. El final es, para mí, lo mejor de esta película. Entonces y sólo entonces comprendemos un poco la justicia. En la coda del film tenemos un alegato al escepticismo en torno a los procesos judiciales que dependen de la astucia de los abogados, del poder de algunos jurados. Tenemos justicia politizada, favores que se convierten en realidades: rigor moral y una frase muy muy buena: "No se preocupe Welldom, necesitamos más hombres rectos y honrados como usted". Es digna de tener en cuenta. En "La vida de los otros" vemos más una justicia vital, una justicia humana y menos institucional, aunque esta también esté presente si la buscamos. Un escritor que es vigilado por la Stasi en la Alemania comunista. Corrupción, sexo, literatura, protestas, intelectuales amor, complicidad, traición bajo presión y humanidad, mucha humanidad inesperada. A mí me sorprendió gratamente toda la película pero en especial Ulrich Muhe. Grato descubrimiento, aunque ya lo conocía de "El castillo" de Kafka. Una película interesante y humana, quizás interesante porque es humana, pero a la que le sobra mucho metraje, que tiene amplios espacios y derrocha demasiado en su parte final.
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