martes, 28 de octubre de 2008

Una poesía

Imperfectum Sin acabar
Y ya veo tus pretendientes,
mientras me alejo de las doncellas,
roto por ese dolor
que aun no ha encontrado su fin.
¿Nunca podrá ser dulce mi vida?
¿Nunca podré oir sus palabras más cerca?
¿Nunca podré verla a mi lado otra vez?
Por lo menos que sepas que no dejaré de quererte
y te lo digo
aunque por mi mejilla se extienda, avergonzado, el rubor.
¡Qué me ocurra lo mismo que a Ulises!
Quiero estar lejos años y meses y que todo siga igual.
Gracias Horacio, Gracias Catulo, sé que no vais a protestar.

3 comentarios:

Noviembre dijo...

Óscar, óscar, óscar.
ni aunque se te ruboricen las mejillas te podré perdonar
por ignorarme más de lo conveniente.


miss u

chimeneaverde dijo...

Mmmm...

Ó dijo...

No te ignoro prima. Sé que me llamaste pero no pude cogerte ayer. Y mi telefono está sin pilas hasta el lunes... en fin...