sábado, 27 de diciembre de 2008

Agrio poema

Quiero a un frondoso ser
¡Tanto! ¡Tanto! que supero con creces
lo que un hombre puede amar a una mujer.
Pero nuestra llama, aunque encendida,
permanece, con todo, tranquila
y no se extingue, pero sí vacila.
Y me apena el saber
que de todo nuestro entusiasta y dilatado amor
disfrutamos no más que de un efímero resplandor.
Tengo esperanza y busco que para mí no acabes
busco que salvemos los tiempos,
y que conserves junto a nuestras edades,
la unión de aquellas dos elocuentes y tímidas voluntades.
Pienso que lo que me hicieron tus ojos,
antes melifluos, melosos y excesivos,
y percibo que, simplemente, ahora me ven altivos.
¡Un tanto loco fue mi pensamiento! ¡Frívola era mi esperanza!
Cuando te advierto ensancho mi caparazón.
Es para no quererte.
Te veo y lloro zumo de limón.

4 comentarios:

Osore dijo...

Óscar, ¿lo has escrito tú? Es muy hermoso. Me has sorprendido, aunque me doy cuenta de que contigo todo son sorpresas y, por ello, no debería sorprenderme (valga la redundancia).

Que la Fuerza te acompañe.

stat dijo...

Me gusta mucho.no es un pokito triste?

Ó dijo...

¿y qué no es triste? Stat. La alegría tambien es triste.

Osore.. podría decirse que si que fui yo. ajja saludos

Raquel dijo...

Es tan pero tan bonito que después de leerlo me siento tonta por escribir un comentario así de simple. Las tres primeras y tres últimas líneas tienen un "no sé qué" que engancha... =)