sábado, 27 de diciembre de 2008

Heródoto, El paciente inglés.

poter apiwmes h labwmeqa : “¿Nos vamos o la tomamos?”En Lingüística Griega vemos frases que bien podrían pertenecer a los niños que salen a la calle las noches anglosajonas de “Halloween”. Sigo leyendo mis apuntes confeccionados de esta asignatura y me encuentro con el siempre maravilloso Heródoto (Herodoto para los pedantes):Toisi de agein mellousi twn Ludwn tauta ta dwra es ta ira enetelleto o Kroisos epeirwtan ta xrhsthria ei strateuhtai epi Persas Kroisos kai ei tina straton andrwn prosqeoito filon Hdt, 1, 53, 1 “Ya a los de los lidios que iban a portar estos obsequios al templo les encargaba Creso consultar al oráculo si debía entablar guerra con los persas y si debía anexionarse un ejército amigo” Al leer este ejemplo del modo griego recuerdo una entrada que había escrito hace tiempo en el que se pretendía poner de manifiesto la diferencía entre hombres y hombres valientes: [thanaton y andres].Y al meterme de lleno con Heródoto recuerdo una emocionante y delicada película que he visto hace unas tres semanas: “El paciente inglés”. Su protagonista, el señor encamado que había gozado de un precioso idilio con la bonita rubia del film, leía a todas horas a Heródoto. Incluso al final, encamado, ya en Italia. Se encontraban en África en plena Segunda Guerra Mundial: creo recordar que en Egipto. Merece la pena perder dos horas observando tranquilamente la película. Bonitos paisajes, bonitas actrices, bonitas escenas, diálogos, lecturas et cetera (y las demás cosas).

2 comentarios:

Ovidio redivivo dijo...

La película de Minghella es una de mis favoritas y, el siempre elegante, Ralph Fiennes uno de mis actores predilectos. László Almásy es un personaje real. El año pasado encontré por pura casualidad sus diarios, publicados por Península. La edición trae una separata con interesantes fotos de sus actividades en el Sáhara, que incluye las acuarelas pintadas por él de los famosos "nadadores en el desierto". Cuando leo la vida de estos aventureros me dan ganas de vivir peligrosamente...
Saludos
Ovidio.

Ó dijo...

a mí me sorprendió muchisimo la verdad, para bien. la vida es muy diferente por esos lares...