Mi eventual escepticismo para con la vida (así en general) era esta vez, con respecto a la crisis, un tanto forzado, un tanto irreal, un tanto imaginario: era un escudo. Quería existir, pero no era en realidad. Hoy me he dado cuenta, cuando despidieron a mi madre del trabajo.
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1 comentario:
Lo siento mucho, Óscar. Tranquilo, sabes que es una mala racha que se pasará en un tiempo. La crisis existe, lo tengo clarísimo, pero tampoco hay que atemorizarse ante algo que vemos como el fin del Mundo. Pasará, tardará en hacerlo, pero pasará. Corren malos tiempos, aunque nada que no se pueda superar.
Ánimo.
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