martes, 19 de febrero de 2008

Edward Gibbon


Historia de la decadencia y caída del Imperio Romano.

Me lo recomendó y regaló cierto ex-(aunque todavía)-profesor. Me dijo que para él la Historia debería estar escrita como Gibbon lo hace, es decir, sin prejuicios literarios de ningún tipo. ¿Quién va a leer historia si esta consiste en un manual aburrido?
Recuerdo que abrió el libro y me leyó el comienzo:

"En el siglo II de la era cristiana, el Imperio de Roma comprendía la parte más hermosa de la Tierra y la porción más civilizada de la humanidad"

Yo, leyendo lo de "la parte más hermosa de la tierra" me pregunto: ¿Algún historiador puede conseguir la objectividad absoluta? Me respondo: No, todos dan su propia opinión, al igual que los periodistas que presentan el telediario. Todos tenemos ideología, y supongo que algo de retórica en nuestra opinión. Empecé el libro de Gibbon. Explica y escribe muy bien. Eso es lo que importa.

7 comentarios:

Iacomus dijo...

Grande Edward Gibson. Si te ha gustado, yo te recomendaría "Yo, Claudio" de Robert Graves.

Muy bonito el blog, por cierto.

Ó dijo...

Es el de los Mitos Griegos, si no me equivoco. Está en mi punto de mira...pero hay una larga lista... El tuyo es tremendamente interesante (estudio filología cláscia. ¿podría ser que tu fueses profesor de algo relacionado con el mundo antiguo?Lo digo por tu forma de escribir. Un saludo.

Iacomus dijo...

De momento sólo soy un estudiante. Y, por lo que he visto en tus fotos, soy de tu misma edad aproximadamente.

Ó dijo...

Lo de "de momento" suena esperanzador. Continúo el interrogatorio; ¿Donde estudias? jeje. En Galicia creo que no no?

Iacomus dijo...

Estudio en Barcelona.

stat dijo...

Mmm...la Historia y la objetividad, una vez más el maldito mito!!!
Yo creo que hay tres formas de hacer Historia: dejando de lado la ideología (que por poder,se puede, y de hecho se hace);confrontando esas ideas personales con los datos y ofreciéndole ambos al lector (a costa de salir siempre perdiendo,je)o dejándose llevar por la subjetividad y los "prejuicios", como hace tu eurocéntrico y querido Gibbon(que sí,que se entiende en su contexto, pero no dejan de ser pre-juicios).
En fin, que tal como está el panorama es difícil rechazar una Historia legible, cuanto más una literaria.
Bien por Gibbon. No es su culpa.

Ó dijo...

Se podrán confrontar las cosas y ponerselas "en bandeja de plata" al lector...pero la bandeja tiene que ser o de plata o de oro o de algo. Con esto quiero decir que siempre se puede ocultar o dar más importancia a una cosa (que te interese) más que a otra (que no te interese. Pero esto es muy lícito, y, a mi juicio necesario. Vivan las opiniones y no los meros datos. Que la literatura y la historia se acerquen es la clave, aunque quizás no se debería (o sí?) la línea, delgada, que las separa. Seguro qeu Gibbon tendría tb algo qeu decir de nosotros qeu acabaría con la frase de tu comentario "No es vuestra culpa".
Bien por GIBBON.