sábado, 12 de abril de 2008

Carlos Bousoño

El otro día, en clase de Teoría de la Traducción, un buen profesor nos recomendó a un poeta. Nos dijo que si teníamos tiempo libre (nótese la ironía; jueves a las 20:25 de la tarde) leyésemos a Carlos Bousoño. Lo leí. Mereció la pena:

VEN HACIA MÍ...
Algo en mi sangre espera todavía.
Algo en mi sangre en que tu voz aún suena.
Pero no. Inútilmente yo te llamo.
Aquella voz que te llamaba es ésta.
Ven hacia mí. Mis brazos crecen,
huyen donde los tuyos la mañana aquella.
Ven hacia mí. La tierra toda oscila,
se mueve, cruje. Vístete. Despierta.

Oh, qué encendida el alma
en su secreto puro,si vinieras.
Sin esperanza, entre la luz del día,
mi voz te llama.
El eco. La respuesta.

6 comentarios:

Osore dijo...

Pues no conocía yo a este hombre y me ha gustado. Hablo desde la ignorancia, pues no soy una entendida en poesía, pero sin conocer demasiado me gusta y consigue producirme muchas emociones por dentro. La poesía, como dijo uno de los grandes: ¿qué es poesía?

Saúdos.

Ó dijo...

A mi me gusta el final.No voy a intentar contestar a tu pregunta, soy más que horrible en las definiciones y tampoco tengo muy claro todavía qué llega a serlo y qué no!

Ó dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Osore dijo...

Me refería a las famosas palabras del gran Bécquer, a saber:

<<¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
En mi pupila tu pupila azul.

¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía eres tú>>

Foxy Lady dijo...

Dios bendiga la ironía de los profesores!
Me gusta la última estrofa, y de ella "El eco. La respuesta."
Un beso!

Ó dijo...

Joer qué cafre soy... no me acordaba de Bécquer... jaja (gracias por explicitar de quien eran)!

Beiña: el final es precioso. Y el profesor es tan tan serio (de los mejores de la facultad) que todavía no se si en realidad era un chiste ironico, o no. bss