jueves, 21 de agosto de 2008

Arsénico por Compasión

Creo que es de las primeras películas de Frank Capra que veo, y van unas cuantas, en las que la palabra "vivir" no aparece en el título. Se trata de una comedia protagonizada por dos viejecitas y un necesariamente histriónico Cary Grant. Parece un dibujo animado, pero es la propia película quien requiere tal interpretación. Lo grande del director, cómo utiliza la cámara: pero hasta yo, Frank pude notar que la película era, en esencia, una obra de teatro. Cary Grant, su hermano y sus tías conforman una familia un tanto peculiar. Mortimer Brewster es Cary Grant. Se va a casar pero su luna de miel se convierte en un calvario. Capra juega con que todo tiene un punto de partida simple, que hace pensar que vamos a ver una historia de amor entre un solterón recalcitrante, Mortimer, y Elaine (Priscilla Lane). Pero la historia se irá enredando cada vez más y más, en parte gracias a los personajes que incorporan paulatinamente; las dos tías de Mortimer, Abby (Josephine Hull) y Martha (Jean Aday); su siniestro hermano Jonathan (Raymond Massey) y su ayudante, el tan peculiar como siniestro dóctor Einstein (Peter Lorre), La trama se vuelve enrevesa hasta lo absurdo. Por el género no es la película que más me ha gustado de Capra, pero reconozco que nunca es facil hacer hablar o satirizar un tema como el de la eutanasia. Como todas las comedias, excepto alguna que otra de Chaplin (aunque esto es muy discutible) ha envejecido demasiado para que nos podamos reir a carcajada limpia, como los espectadores de la época (1944). Se dice que Capra aceptó este trabajo para dar de comer a su familia. ¿No os recuerda un poco Cary Gran al super originalismo y patán Jim Carrey? Y todo sin ayudas digitales. Me dejó con un sabor de boca muy raro esta película, pero me gustó, y no por compasión. ¿a qué sabrá el arsénico?

2 comentarios:

Osore dijo...

Con el tiempo parece que el cine se renueva, pero en esencia hay mucha similitud con una visión más moderna. Clara prueba de ello son las comparaciones que has hecho.
En el caso de Chaplin, opino que es de los pocos que resulta de alguna forma novedoso. También hay que tener en cuenta que no es lo mismo una película que, por ejemplo, parodia a Hitler en 1940 que en el 2008. Hay que tener en cuenta muchos factores. Y mira que a mí no me gusta Chaplin para nada...erg...no...¿yo?...¿Chaplin?...,no, ni en sueños...

Ó dijo...

Te encanta Chalplin eh? Sí, yo creo que hace falta ver el cine con otros ojos; con mucha más hermenéutica!