lunes, 18 de agosto de 2008

Final de Septiembre

Siempre me pasa lo mismo. Cuando viajo acabo echando de menos a los de siempre. Tiene mérito que escriba esto tras un día con reunión familiar: pero es que mi familia es divertida y genial, lo reconozco. Se percibe claramente que Jose Luis García Martín, el autor del poema que teneis abajo, ha viajado, y que comparte conmigo mis amigos y mi familia. Pero el poema, por momentos me parece una gran alegoría y me suena demasiado al fin de la vida y al comienzo de la muerte.
EL PASAJERO
A veces, raras veces, siento la fatiga
de una travesía demasiado larga.
Se me cierran los ojos, llego a puerto.
¡Tantos queridos rostros me sonríen!
Es de nuevo la casa de la infancia,
el patio, el río, mi madre que me llama,
el verano en París, el cuarto diminuto
donde por primera vez no estuve solo
y luego, por primera vez, estuve solo.
Cierro los ojos. En la sombra el mundo
y a una nueva luz todas las cosas
que alguna vez amé, que tuve y que perdí.
Todas me esperan al final de todo.
Están muy cerca ya. ¿No se divisa
la tierra firme tras de aquellas nubes?
Miro la lenta estela de mi vida,
incesante se borra frente a mí.
El pasado, el futuro, espuma blanca,
monótona escritura que no acierto
a descifrar. Sueño en llegar a casa,
en acabar un viaje demasiado largo,
sin ilusiones ya, con agua apenas.
Estoy listo, adiós, adiós, la maleta
rebosa de impaciencia y de regalos.
Sueño en los rostros que me aguardan
-otra vez juntos tras de tanto tiempo!-
allá, en el puerto, bajo tierra leve.
En Septiembre me voy a París. ¿Querré volver? No estoy seguro, pero me alegra tener muhcas razones para ello.

1 comentario:

Osore dijo...

Hermoso poema y muy revelador, por cierto. Es sencillo, reflexivo y de una temática que siempre nos resulta compleja, pero el autor hace que se convierta en lo que es en el fondo: algo muy natural.

Pásalo bien en París, pero vuelve, que en este blog te esperamos.

Saludos.