martes, 29 de julio de 2008

Le genou de Claire y Eric Rohmer

Debería estar escribiendo sobre cierto viaje al sur de Andalucía que hice recientemente. En cambio, después de ver Le genou de Claire, La rodilla de Clara no pude evitar hacer una entrada. Resulta curioso que tras la persona de Jean-Marie Maurice Scherer, un profesor de literatura y un crítico de cine así como redactor-jefe de Cahiers de Cinema, se esconda pseudónimamente el gran cineasta Eric Rohmer (Eric por su gran influencia von Stroheim y Rohmer por el autor inglés de Fu-Manchú). Rohmer nace en 1920 y crea más de ochenta películas. Me resulta muy sorprendente también que acusen a Rohmer de pedante. Normalmente un Licenciado en Filosofía y Letras y todo un intelectual que transporta al cine sus inquietudes filosóficas y también morales sabe no ser pedante. ¿Hay algo que objetar a que un director trate cuestiones minimamente filosóficas, éticas o morales en sus películas? No entiendo porque lo acusan de pedante si aborda sus inquietudes con una simpleza sublime. Lo hace sencillamente, sin merodear demasiado, si recordamos que es francés. En el 1970, tras su gloriosa "Mi noche con Maud", rueda "La rodilla de Clara", que forma parte de sus seis cuentos morales. Se trata de una escritora sin demasiadas ideas que le pide a un amigo suyo, el protagonista, que está a punto de casarse en otra parte del mundo, que seduzca a una adolescente. Todo ello en un paisaje precioso. Más tarde aparece en escena lo importante de la película, Claire, la hermanastra de Laura (la primera de las adolescentes a las que el seductor treinteañero trata de secucir) y claro, su rodilla, le genou de claire. Trata Rohmer, en este film, de explicarnos con la palabra y, por descontado, con gestos minúsculos, las pretensiones y sensaciones de los protagonistas. El cine de Rohmer es un cine de palabras, de diálogos, de bellas ideas. No hay personajes en el sentido tradicional, son visiones y paradojas de las complejidades éticas. Se aleja todo de las personalidades normalmente construidas en torno a una trama. Se acerca a un torbellino de ideas propias, y no un esfuerzo por construir personajes verosímiles (lo cual es digno de admirar). Las películas de Rohmer me parecen libros; solo se ven detalles, lo importante se oye. En Rohmer un personaje es una idea. Leyendo y leyendo veo que lo acusan de elitista, anti "mayo del 68" (lo cual no es del todo desdeñable) e incluso, a su film, de apología de la pedofilia. Lo de elitista, ya lo he tratado, sólo añadir que a los filósofos los tratan de locos elitistas aquéllos que carecen de interés por la filosofía. Lo de "anti 68" es comprensible porque en la película los personajes no tienen nada que hacer. Rohmer retrata en su película "una juventud burguesa especialmente aburrida y creida de sus propias premisas filosóficas sobre la vida, la amistad y el amor, entre otros muchos temas, con un futuro asegurado y con exceso de tiempo para vaguedades". Pero Rohmer no defiende ni critica a la burguesía, sólo se vale de ella para exponer sus ideas (al menos en esta película), y a tal hecho nada se le puede objetar. Es normal que emplee a burgueses para exponer tales ideas cuasi filosóficas. La acusación que sufre el film de pedófilo sólo puede tener cabida en mentes perversas, calenturientas o muy mojigatas; nunca en una persona normal. Una gran película que sirve para reflexionar. Sensual, encantadora, alegre, juvenil, delicada... En definitiva, Rohmer no muestra las cosas, sino que habla de ellas, todo un reto dificil de superar. A mi modo de ver es interesante que haya, por lo menos un Rohmer, es necesario que alguien esboce preguntas que no siempre tengan respuesta.
Por cierto: Clara es preciosa.

5 comentarios:

rgpadin dijo...

claro que deberias estar escribiendo sobre ese cierto viaje al sur!

Anónimo dijo...

"(...)El cine de Rohmer es un cine de palabras, de diálogos, de bellas ideas. No hay personajes en el sentido tradicional, son visiones y paradojas de las complejidades éticas. Se aleja todo de las personalidades normalmente construidas en torno a una trama. Se acerca a un torbellino de ideas propias(...)"



(aplausos)

Anónimo dijo...

Mis dedos se inclinan hacia un primer comentario que rebata tu aversión-no-argumentada al sesentayochismo, pero la sutileza de tu entrada me impide desviar la atención a temas marginales.

Por lo que nos cuentas del film, Rohmer tiene un halo de "modernidad" y lucidez irritables en un siglo XXI abarrotado de pseudoideas, perdido en la abundancia, abrumado por la cantidad. A veces, incapaz de valorar la calidad. Sin haber visto La genou de Claire, probablemente me arriesgo si digo que buen ejemplo de ello es confundir esa "complejidad ética" que tú resaltas con la pedofilia. Un filósofo cineasta, que hace pensar, aunque sea contra él... rara avis in hic tempore

Anónimo dijo...

Rohmer es uno de mis favoritos. No creo que en sus películas se exponga una filosofía muy compleja excepto quizás en " Mi noche con Maud" donde los protagonistas discuten a Pascal. En el resto de sus películas los personajes suelen hablar de sus pequeñas teorias sobre el amor, la belleza, las relaciones, la oposición campo-ciudad etc. Es verdad que aún contando con la fotografía de Nestor Almendros su cine se basa en la conversación, una conversación no vana y pseudointelectual, sino vital y apasionada como la vida.
Supongo que los que le critican eso deben odiar películas como "Mi cena con Andre" que si tiene un tono intelectual y a mi también me gusta.

elnaugrafodigital dijo...

Pero 'Mi cena con André' es de Louis Malle, no?


saludos