jueves, 8 de enero de 2009

Columna de Marco Aurelio



180-196 d.C.

A Antonio Pío le sucedió Marco Aurelio en el 151 d.C. Éste es un admirador del estoicismo, intelectual, posee una fuerte personalidad y es muy independiente. Todo esto podemos extraerlo de su obra “Pensamientos”. Antonio lo adoptó y lo entrego en matrimonio a su hija Ania Galeria. Hasta el 169 gobierna con su hermano, después lo hace el sólo. Es Marco Aurelio quien reforma el sistema de sucesión, que pasa de ser de adopción, a ser por vínculo familiar, es decir, de padre a hijo. 27 bloques superpuestos con 19 cilindros. En la obra podemos observar la Glorificación del emperador mediante el festejo de las victorias sobre los bárbaros. Erigida en el Campo de Marte (Piazza Colonia) la columna podría ser un complejo urbanístico formado también por un arco (que con posterioridad pasaría a ser el de Constantino) y por un templo. Entre las columnas de Marco Aurelio y la Trajana hay ciertas diferencias pero lo predominante es la tendencia a la continuidad. Se construye en mármol de Carrara. Sus relieves son de gran altura y posee menos vueltas que la de Trajano. Existen dos secciones divididas por una diosa de la Victoria; la primera abarca desde los Germano a lo Marcomanos y la segunda desde los Cuados hasta los Sármetas. Los motivos que constituyen los relieves son entre muchos otros la captura de prisioneros, batallas.. En la columna de Marco Aurelio existe un menor cuidado a la hora de seguir el hilo narrativo y que se repiten escenas propagandísticas y por supuesto en algunas escenas esta implícito un determinado carácter místico, como por ejemplo el que todos conocen como el “milagro de la lluvia”. En el friso se reconocen 116 escenas divididas en dos partes, una de 55 escenas y la otra de 61, por una Victoria entre trofeos similar a la análoga de la columna Trajana. La estructura de la narración es, en conjunto, similar a la de su predecesora. Al examinar la estructura del relato se puede observar cómo, en relación con el trajaneo ( con toda seguridad ligado a los commentarii escritos por el propio emperador) el aureliano es menos conexo y menos analítico, cosa que resulta evidente cuando se compara, incluso desde la mera estadística, la fracuencia en ambos monumentos de las escenas estructurales, más puntuales y coherentes en el ejemplar trajaneo y dominadas, al contrario, por una cierta ansia propagandística en el texto aureliano. Por otro lado , las notaciones ambientales aparecen también más descuidadas, mientras que es contnua la presencia imperial, subrayada con énfasis compositivo y temperada sólo por el constante emparejamiento de la figura de Marco con la de Pompeyano y Pertinax y otros miembros del consilium principis, pero aquí la figura de Marco Aurelio es vista en la mayoría de las ocasiones de frente o casi, con una significativa propensión a la disposición frontal del emperador que evidencia la nueva y naciente acepción de la maiestas imperial. Aparecen, asi, por primera vez manifestaciones sobrenaturales mistificadoras, como las de los milagros, en lugar de la clasicista composición tutelar de Júpiter y de Nox en los dos proelia de la columna Trajana. Con la intervención de factores irracionales se acentúan los rasgos pictóricos y expresionistas ya presentes en los relieves aurelianos insertados en el arco de Constantino. La propia escala, diferente de lade la columna Trajana, demuestra la preferencia, dadas las composiciones sobre planos superpuestos, por una representación simplificada en cuanto a la perspectiva y más legible en conjunto. Del mismo modo, la ejecución en relieve muy alto y caracterizada por un amplio uso del trépano no sólo para los surcos de contorno, sino para la propia realización de las figuras, revela una precisa intencionalidad pictórica y dramática que , en la disolución de las formas orgánicas bajo el movimiento del claroscuro se transforma en verdadero y propio expresionismo. Respondiendo a su marcada condición de propaganda política aparecen numerosas representaciones de Marco Aurelio idealizado, sin justificación formal, es decir, hay una politización de la imagen. Desde un punto de vista más formal, se acentúan los altorrelieves y los claroscuros en la parte superior de la columna para que desde la base (donde los espectadores la observan) se aprecien mejor ya que la columna mide 100 pies de altura al igual que la Trajana A pesar de las diferencias entre las columnas no hay un ímpetu creador para inventar formas nuevas y originales de expresión plástica. Se cae en cierto modo en la propaganda político-militar, se prefirió en cierto modo la copia a la creación original. En cuanto al proyecto, ciertamente fue único y debido a un solo maestro, aunque la ejecución se deba a varias manos (no siempre bien coordinadas entre si) como demuestra la existencia de suturas poco logradas entre muchas escenas.

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