miércoles, 25 de marzo de 2009

Adiós a las Armas

Es la segunda película basada en una obra de Hemingway que veo. Una breve historia de amor que escribe Ernest cuando mantiene una aventura con una enfermera que le cuidaba: en la trama el teniente Frederic Henry, un norteamericano que se ha alistado como voluntario en el ejército italiano durante la primera guerra mundial cae herido en un combate y es ingresado en un hospital militar donde recibe los cuidados de una preciosa enfermera inglesa. Ella es Helen Hayes y el Gary Cooper. Es una película que no engancha, pero que está bien narrada. Tiene sobresaltos y un precioso final en el que hay una especie de chivo expiatorio. La atmósfera es quizá lo más enigmático. Apostaría a que Adolphe Menjou (el superior del teniente Cooper), por su expresión y gestos, hizo más de cuatro películas de cine sin palabras. El título se debe a que el protagonista decide desertar por su amante.


1 comentario:

Ó dijo...

El tal Menjou.. Al parecer[8] llegó a declarar que los actores que acusaba, por sus gestos, miradas o formas de hablar transmitían ideas comunistas. También afirmó[9] que los comunistas americanos debían ser enviados a los desiertos de Texas para que les matasen los texanos.