martes, 3 de marzo de 2009

Viajes con Heródoto

Suele decirse que los libros cuando se prestan no se devuelven. No recuerdo ahora mismo la frasecilla de mi abuela. En mi caso, hace un año me prestaron unos libros. Hoy creo que voy a devolverlos. El uno es de Joachim Latacz Troya y Homero. Libro polémico y generador de controversia. Si a alguien le interesa saber si la guerra de Troya existió, si hubo un lugar llamado Troya, o conocer su emplazamiento, que lo lea porque todo cambió bastante, o eso parece, en esta última década. El otro ejemplar es Viajes con Heródoto de Kapuścinski. Este último es un libro que ayuda a cualquiera que se acerque por primera vez a Heródoto. Un ejemplo: Viajamos así durante más o menos una hora, el asfalto, malejo y roído todo él, se había acabado hacía tiempo y ahora el camino de tierra atravesaba el desierto, de vez en cuando aparecían junto a él unas rocas gigantes que parecían vaciadas en bronce . Junto a una de ellas giramos bruscamente a un lado y el conductor, después de recorrer aún unos metros, de repente detuvo el coche. Habíamos llegado a un talud en cuyo fondo brillaba en plata el Nilo, iluminado por la luna. El paisaje, pues, estaba reducido a su mínima expresión: el desierto, el río y la luna, que en aquel momento sustituían el mundo entero.

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