lunes, 26 de octubre de 2009

En plan

Siempre me llaman la atención ciertas expresiones que utiliza la gente. Recuerdo todavía a mis compañeras de piso diciendo un absurdo e insignificante “me parece mal que” ante cualquier noticia del telediario de Telecinco o Antena 3 (lo cual, en ocasiones, era muy comprensible)... Tantas y tantas veces lo empleaban que acabé por censurarlas, amablemente, claro. Les supliqué que cambiasen esa expresión tan personal por una tercera más ecuánime. Me complacieron porque, excepto algún que otro desliz, atendieron mi petición. Lo que ahora me planteo es dar un paso más, llegar a una escala mayor. Quiero acabar con el “en plan”. Soy consciente de que seguiría actuando como las viejas momias filológicas, es decir, continuaría ejerciendo de policía lingüístico (algo de lo que únicamente en contadas ocasiones debe disfrazarse un buen filólogo). En este caso mi fin justificaría, al menos, algunos medios porque el maldito, el imperialista “en plan” de la juventud actual, está acabando con millones de expresiones (más complejas de insertar tras el verbo “ser”) e incluso reduce el uso de las metáforas (¡y eso si que no, eso no!). Soy de los que digo que la lengua es un instrumento de comunicación. Procuro no corregir nunca a quien está hablando (muchas veces tampoco podría hacerlo), pero el en plan busca y encuentra toda mi irracionalidad, lo reconozco.


Algunos usos absurdos del “en plan”:

“¿Cómo era la película, Silvia? Era en plan, no sé, demasiado larga”

“Es que eso es en plan, venga, dame en la otra mejilla”

“¿Qué te pareció el libro Raquel? Era en plan el contrario del que leímos el trimestre pasado”

6 comentarios:

Ovidio redivivo dijo...

¡Qué risa! Y a mí que me parece que los españoles conservan todavía un dominio muy satisfactorio del idioma. Son mis héroes lingüisticos junto a los colombianos. El chileno medio se desenvuelve por la vida, con suerte, usando cien palabras.Como decía mi profesor de latín, "aquí todo deriva del huevo" ("huevón" y sus derivados cumplen todas las funciones gramaticales). Con todo, en campo, se puede hallar tesoros filológicos como el antiquísimo "agora".
¡Saludos!
OR

Aina dijo...

Bueno, bueno, es un coloquialismo, una coletilla que tiene los días contados...
Yo también lo utilizo a menudo, aunque me gusta más "del palo". Mátame.

Ó dijo...

Como filólogo tendría que decir que todos los usos de un idioma pueden ser "estandares o no", pero evidentemente si cumplen su función, que no es otra que la comunicación, son satisfactorios. No hay un dialecto o vertiente más perfecta que otra, sino más poderosa. En cambio, muchas veces caemos en la tentación de censurar a los demás. Quizás un poco está bien porque es necesario conocer el estandar. Pero a mí no me atrae mucho el asunto. Oye, Ovidio, yo siempre creí lo mismo que vosotros, "todo deriva del huevo". La gallina nunca pintó nada en aquella gran problemática. jaja. Explicame eso del "agora"...

Aina, del palo a mí, por lo menos, me suena mejor. A ti no? Es coloquial 100% pero esa no la emplea la gente en clase no?
Yo soy de los que digo que hay un termino medio para hablar en clase: ni coloquialismos demasiado agudos, ni, por su puesto, pedantería...

Ovidio redivivo dijo...

Ja,ja, yo he llevado a amigos españoles al mercado en Chile y no entienden lo que la gente habla. Más o menos el mismo efecto de una conversación con un adolescente.
Los campesinos, en Chile, dicen "agora" en lugar de "ahora", como haría un caballero castellano del 1.300.
Saludos desde Finis Terrae.
OR

Eos dijo...

Es alucinante cómo nos estandarizamos todos gracias a esas pequeñas aberraciones lingüísticas... pero, ¿no tiene un punto entrañable que compartamos esas desviaciones de "la forma correcta"?

Ó dijo...

No entiendo demasiado qué quieres decir, Eos...