lunes, 5 de octubre de 2009

Lo perdido en traducción

En el fondo sí me gusta conocer gente. Pero sólo interesante. En Londres coincidí con un profesor de Filosofía que es gallego y da clase en Galicia. Se parecía mucho a un antiguo profesor mío (de los que causan efecto), físicamente, en gestos. Era curioso, al menos. Una de estas personas enérgicas, alegres, entusiastas, con opiniones decentes sobre cosas básicas. Tuvimos una conversación, sino varias, sobre filosofía. Me acabó preguntando por qué hacía Clásicas. Mi respuesta fue: ¿por qué no? Me dijo que ahora orientaban a la gente, a los jóvenes, hacia carreras más prácticas que tuvieran más arraigo en la sociedad. Me reí. Este profesor era de los que pretenden demostrar, y quizás lo hacen, que la filosofía debe ser útil para la sociedad y que está a la orden del día y en la vida cotidiana de la gente. Dicen que tiene que dejar de ser un ejercicio para elitistas (los viejos prejuicios sobre la filosofía siguen en juego). Me dijo que había estudiado el bachiller de ciencias y yo le pregunté, simplemente por curiosidad si no estaba apenado por no saber, por no haber estudiado las lenguas muertas por excelencia. Su respuesta tajante cargada de ironía fue: No, para nada. No me sorprendió. Es la actitud normal y un tanto gregaria de cualquier persona “de números” si es que tal distinción entre las personas es válida, ya que no considero a este buen profesor una persona de esta índole. Lo que me sorprendió fue tras preguntarle su especialidad, vamos, en qué autor o autores era especialista, vaciló unos momentos y mencionó al gran Platón. Genial, pensé (pues es de mis preferidos). Luego recapacité y me pregunté hasta qué punto puede ser alguien especialista en Platón sin conocer nada del Griego Antiguo. Me dijo que para eso estaban los traductores. Mi cara debió parecer un poema con una subordinada circunstancial. No sabes lo que te pierdes, le contesté. Después resultó parecer, al menos desde mi inocencia, un especialista en el XX. Me gusta conocer personas alegres y, sobre todo, agradables.

2 comentarios:

Eos dijo...

Y sobre todo, distintas.

Ó dijo...

¿Distintas?
Sabes que no aprecio demasiado el rollo alternativo... o te refieres a cantidad y numero de personas. No comprendo.